RECURSOS EN LA ZONA

jueves, 29 de octubre de 2015

Dia de Muertos 1 de noviembre

En la actualidad, la mezcla de tradiciones y costumbres hace que la cultura se convierta en un híbrido extraño del que todos somos parte. Halloween, popularizado por los estadounidenses, es una tradición celta que cada vez vemos más presente en nuestro país. No vemos mal que en día de muertos, por ejemplo, nos disfracemos de espeluznantes monstruos de las películas más aterradoras de Hollywood. Tampoco nos parece raro comprar calabazas o pedir dulces. La combinación de tradiciones ha hecho que en la mayoría de las familias mexicanas se festeje la unión de la cultura de los dos países. Sin embargo, a pesar de ser así, también existen lugares en los que todavía existe un festejo que rememora los de nuestros antepasados. La costumbre indígena hace posible que nuestros muertos regresen del Mictlán.

dia de muertos centro
Ambas tradiciones son completamente distintas y, en realidad, la combinación que vivimos es indisociable al avance cultural y globalizado al que estamos sometidos a través de los medios de comunicación y la cercanía de los países. Aunque sabemos que es así, no podemos dejar de preferir el ancestral día de muertos, en el que las costumbres del México prehispánico se enaltecen y recuerdan. Aquí algunas razones para preferir el día de muertos en lugar del Halloween.


Mantener viva nuestra historia
dia de muertos craneos
El 1 y 2 de noviembre se celebran, respectivamente, el día de todos los santos y el de los fieles difuntos. Destinados para rendir culto a nuestros antepasados. En toda la República Mexicana, el pueblo se congrega ante sus muertos y, en un ritual mítico, los difuntos regresan. En tiempos prehispánicos los mexicas, mixtecas, zapotecas, tlaxcaltecas, totonacas y otros, celebraban a sus muertos el noveno mes del calendario nahua y el décimo mes del año, al final del ciclo agrícola del maíz, calabaza, garbanzo y frijol. Los mexicas suponían que había tres inframundos a donde se dirigían los muertos, según el tipo de muerte al que se habían enfrentado: el Mictán, lugar de los muertos, poco favorable donde iban las almas no elegidas por los dioses; el Tlalocan y el tercero conformado por Cihuatlampa y Mocihuaquetzque, donde los difuntos iban al sol.

Cuando se mezcló con las tradiciones católicas se cambió de fecha, pero la alegoría y fiesta entorno a ella continuó. Se realizó un sincretismo cultural intenso en el que tanto España como México, aportaron con sus costumbres para darle color a la fiesta que ahora conocemos.



El pan de muerto

pan de muerto

En la época prehispánica se realizaban distintos panes que se utilizaban como ofrendas para los muertos o los espíritus. En la actualidad, los panes de muerto son diversos en todo el país. En el centro se utilizan bolitas de pan que representan los huesos y se colocan encima del óvalo de pan. En otras regiones se realizan panes con forma de esqueleto o antropomorfos; las encaladillas, con masa parecida a la galleta; en Texcoco el pan conejo, que tiene manteca, nuez, guayaba y canela es el tradicional; en Guerrero resaltan los panes llamados camarones y aquellos con figuras de animales, como peces, perros o mariposas, igual que en Acámbaro, Guanajuato.
En Tula, se hacen gorditas de masa con arena de hormiguero; en Michoacán existe un pan típico llamado “pan de hule”, que lleva en la parte superior una dedicatoria para el difunto; el rosqueta, hecha con hojas de plátano, anís y piloncillo o las corundas, hechas de masa de maíz y un punto de salsa de tomate con chile de árbol, envuelto en hojas de milpa verde, son algunos de los que podemos apreciar. Aunque estos son los más representativos, existen otros tipos distintos de panes a lo largo de toda la república que representan a los muertos de cada hogar .

Antes de la conquista se sacrificaba el corazón de una doncella y, revuelto con amaranto, quien encabezara el ritual de la festividad, lo mordía como agradecimiento a su Dios. A la llegada de los españoles se prohibió el ritual y se elaboró un pan de trigo en forma de corazón, bañado en azúcar pintada de rojo y así comenzó la tradición del pan de muerto. 


Las ofrendas

ofrenda de muertos

Las ofrendas son una parte infaltable de la tradición del día de muertos, aquellas que nos permiten compartir y convivir con los difuntos. Ellos, por otra parte, pueden absorber la esencia de los más deliciosos manjares en ese día de visita al mundo de los vivos. Pero también es el ejemplo más claro de unión cultural: los españoles pusieron algunas flores y veladoras, los indígenas el copal, la comida y la flor de cempasúchil. 

Esos elementos ahora son indispensables, pues cada uno representa un ingrediente espiritual: el agua mitiga la sed después del largo recorrido, alumbra el camino y simboliza la pureza del alma; la sal sirve para que el cuerpo no se corrompa en su viaje de ida y vuelta; las veladoras significan la luz, la fe y la esperanza, es la guía del camino que permite alumbrar el hogar, en algunos lugares, cada vela representa a un difunto. El incienso, por otro lado, limpia el lugar de los malos espíritus para que el alma entre al hogar sin ningún peligro; las flores son símbolo de festividad y también sirven para guiar al difunto hacia la ofrenda. El pan representa la eucaristía. Y por último, los alimentos preferidos del difunto, aquellos que disfrutará, al menos en esencia, se convierten en el centro de la ofrenda, lo más importante.


Recordar a nuestros muertos y celebrar a la muerte

dia de muertos

El día de muertos nos sirve para recordar a nuestros difuntos y saber que, aunque ya no están presentes, permanecerán en nuestra memoria. A muchos, ese día les sirve como consuelo, pero para la mayoría de nosotros, el día de muertos es de fiesta y alegría. Al mexicano no le da miedo la muerte, la respeta y admira, pero también se burla de ella y la hace parte de su vida cotidiana. La muerte no es un símbolo de miedo o terror, como lo es en muchas culturas, la muerte, en México, también es símbolo de fiesta. Adornamos nuestros hogares con papel picado y flores porque le damos la bienvenida. Vamos a los panteones porque visitamos a nuestros antepasados con una sonrisa y gran alegría, porque es el único día en el que vivos y muertos convivimos.


Las catrinas como símbolo mexicano

sueno de una tarde dominical en la alameda

En México, tenemos tan arraigado el símbolo de la muerte que decidimos representarlo en nuestras obras de arte y pinturas. El primero que lo hizo fue José Guadalupe Posada, quien criticó a la sociedad mexicana y a quienes se creían europeos pero tenían más rasgos indígenas que cualquiera, a los que llamó garbanceros. Su calavera no tenía ropa, solamente un sombrero que le servía para burlarse de aquellos que querían aparentar un estilo de vida que no les correspondía. Después, Diego Rivera la bautizó con el nombre de Catrina y adaptó su forma a la que hoy conocemos, pintándola en su mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. Desde ese momento, la Catrina ha servido como representación de México y el día de muertos, el papel picado la retoma, y los adornos que acompañan a estas fiestas, la utilizan como símbolo del mes.


Recordar nuestras leyendas
la llorona
Noviembre es un mes de misterio. Las calles se vuelven más frías, recordamos a nuestros muertos pero también recordamos a los demás, a aquellos que han causado impacto en la tradición de nuestro país y permanecen como las leyendas más terroríficas, aquellas que son capaces de provocar terribles espantos. La Llorona, La Planchada o la bruja de Naica, aterrorizan las calles con más ímpetu en esos días, pues sabemos que el mundo de los muertos y los vivos tiene una conexión más profunda y, ese, es el pretexto perfecto para recordarla - See more at: http://culturacolectiva.com/por-que-el-dia-de-muertos-es-mejor-que-halloween/#sthash.De1Vc4mR.dpuf

miércoles, 28 de octubre de 2015

La flor de Natalia






A veces cometemos errores llevados por la impulsividad pero nos damos cuenta y tenemos que pedir disculpas.
 Wang Ting entendió rápidamente que llevarse la flor no era adecuado y con ayuda del diccionario me dijo que lo lamentaba. La flor ha vuelto a su lugar. Y ahora aprovechamos la anécdota para aprender a pedir perdón y reflexionar sobre lo que hacemos.
Buen trabajo Wang Ting.

Descripción del avatar




Es una chica. Es baja y delgada.  Tiene el pelo moreno, largo y liso. Tiene los ojos negros, muy grandes. Lleva  un sombrero de color rosa. Está tranquila.

Bartek

Bartek en el huerto




 Separo dos semillas

Transplantamos una planta

  
Cojo tomates rojos


 
Cojo tomates rojos


Preparo mi semillero




LA ira del fuego, recomendamos

AutorHenning Mankell.la-ira-del-fuego
Año: 2011.
CategoríaNovelaPolicíaco.
Formato: PDF + EPUB.
Este libro forma parte de la Trilogía Sofía Alface Fumo 3.
Sinopsis: La ira del fuego está basada en la verdadera historia de Sofia, una niña tenaz que se hace mayor en Mozambique, un país devastado por la guerra, la corrupción, la pobreza y la enfermedad. Con un lenguaje exento de conmiseración, Henning Mankell explica cómo Sofia lucha contra la brutalidad y el horror que destrozaron su infancia, hasta lograr construirse un nuevo futuro a partir de las ruinas de su vida. De no haber sido por la fuerza que extrae del fuego, por los secretos que observa en sus llamas, Sofia no habría encontrado el coraje necesario para vivir. Este volumen se compone de los tres libros: El secreto del fuego, Jugar con fuego y La ira del fuego, que Henning Mankell ha dedicado a Sofia durante doce años, desde que la conoció siendo una niña. En ellos Mankell transforma en fuerza creadora su ira hacia las injusticias del mundo, y brinda como resultado una obra única, conmovedora, inolvidable. «Esta trilogía pone los pelos de punta.» El País

Hasta siempre Mankell

Muere Henning Mankell, maestro sueco de la novela negra

El autor era conocido por su serie con el inspector de policía Kurt Wallander

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Henning Mankell
El escritor sueco Henning Mankell, el pasado 1 de junio. / TT NEWS AGENCY (REUTERS)
El escritor sueco Henning Mankell, maestro de la novela negra nórdica y uno de los narradores más leídos y celebrados de Europa, ha fallecido este lunes en Goteborg a la edad de 67 años, según informó su editor sueco, Leonhart. El creador del inspector Wallander padecía un cáncer desde hace varios años. Un proceso que decidió compartir en el libro Arenas movedizas (Tusquets) y que vivió como un duelo frente a la muerte.
Con los casos del inspector Wallander —que relató en libros todos ellos publicados por Tusquets, su editorial en España, como La falsa pista, Asesinos sin rostro o La quinta mujer—, la novela negra dio un salto enorme, tanto en temas como en lectores. Mankell fue no sólo un gran autor de libros policiacos, sino que, a través de sus relatos, trazó un retrato crítico de la sociedad europea contemporánea. Sus obras tratan temas como la integración de los inmigrantes, la violencia de género o el profundo malestar que se oculta debajo de la aparente perfección de los estados nórdicos.
Sus novelas, normalmente voluminosas aunque se devoran a velocidad de vértigo, han vendido unos 40 millones de ejemplares en todo el mundo. Mankell fue también un importante autor teatral y de libros para niños y su compromiso social fue mucho más allá de la literatura: dirigió durante años el Teatro Nacional de Maputo, Mozambique y el desarrollo de África fue una de sus grandes obsesiones. En total publicó unos 40 libros, que han sido traducidos a cuatro decenas de lenguas.
"Son los otros quienes han inventado que Suecia es una utopía”, señaló en una entrevista con este diario en 2005. “Luchamos contra los mismos problemas que en España o Portugal, con la única excepción de que nosotros nunca hemos tenido una dictadura. En mis libros intento dar una imagen más real de Suecia. Es una de las sociedades más decentes en que se puede vivir".
Mankell, en una imagen del 1 de junio de 2015 en Estocolmo. / TT NEWS AGENCY (REUTERS)

"Wallander y yo no nos parecemos mucho"

En cierta medida, el inspector Kurt Wallander puede ser considerado unalter ego del propio Mankell."Wallander y yo no nos parecemos mucho. Sólo tenemos tres cosas en común: la misma edad, nos gusta la ópera italiana y trabajamos mucho", aseguró en la citada entrevista. Sin embargo, ambos comparten una visión oscura de la sociedad en la que viven, aunque eso no impidió actuar a ninguno de los dos para hacerla mejor. 
El inspector, que fue interpretado por Kenneth Branagh en una de las series de televisión que se inspiraron de sus trabajo, es un trabajador infatigable, que lucha no sólo contra los criminales, sino con el propio sistema, para resolver casos que, al final, demuestran el profundo malestar que late bajo la superficie de Europa.
Las 11 novelas del inspector Wallander transcurren en la ciudad sueca de Ystad, cerca de Malmo, en la que organizan recorridos turísticos dedicados al personaje. La serie termina con El hombre inquieto, en la que el inspector se retira y cede el testigo a su hija Linda, que protagoniza la duodécima novela de la serie, Antes de que hiele. En su conjunto, forman un fresco impresionante de la Europa actual, una lectura imprescindible para entender los mecanismos que llevaron al continente a vivir la mayor crisis social y económica desde el final de la II Guerra Mundial.
Aunque no fue el primer autor de novela negra nórdica que cruzó fronteras, sin el gigantesco éxito que alcanzaron sus libros en los años noventa no puede entenderse este fenómeno, que ha llenado las librerías de medio mundo desde entonces. Muchos de los temas que Mankell trataba en los casos del inspector Wallander han ido marcando la agenda europea, por ejemplo la inmigración. Ya en 2008 afirmó en Madrid, con motivo de la entrega del premio Reina Cristina de Suecia, que "la inmigración debía ser un problema asumido por Europa en su conjunto". 
En Arenas movedizas, su último libro editado en España, Mankell creó el arco de su vida a través de varios de los primeros hallazgos que marcaron su existencia personal, colectiva y literaria. El libro es un rompecabezas de historias donde cuenta que los recuerdos infantiles y juveniles le sirvieron para afrontar la enfermedad. “Puede que no me atreviera a pensar en el futuro. Era territorio incierto, minado. Así que volvía continuamente a la infancia”, escribió.
Mankell nació en Estocolmo el 3 de febrero de 1948, aunque pasó gran parte de su infancia en una comunidad rural, Sveg, donde fue trasladado su padre, un magistrado. Fue marino mercante en su adolescencia y empezó su carrera literaria como autor teatral, aunque no comenzó a publicar las novelas de Wallander hasta 1991, cuando tenía 43 años. 
Su compromiso político no se limitó a África: fue un gran defensor de la causa palestina y fue uno de los intelectuales que se encontraban en la flotilla abordada por la marina israelí cuando trataba de romper el bloqueo de Gaza, un ataque que acabó con nueve muertos y decenas de heridos. "Ningún bloqueo de la historia ha perdurado eternamente. Nadie acepta la sumisión. Tarde o temprano, a Israel le ocurrirá lo mismo que al sistema del apartheid en Suráfrica", señaló entonces, en unas declaraciones recogidas por la agencia France Presse.
Según su editorial sueca, Leonhart, que fundó el propio Mankell con Dan Israel, el autor murió durante la noche. Le sobreviven su esposa, Eva Bergman (hija de otro nombre universal de la cultura sueca, el cineasta Ingmar Bergman), y su hijo, Jon. "La solidaridad con aquellos que necesitaban ayuda recorre toda su obra y marcó sus acciones hasta el final de sus días", prosigue la nota de la editorial. 
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viernes, 2 de octubre de 2015

lubie ME GUSTA

Me gusta jugar al fútbol de portero. Juego  en el equipo Langreo. Entreno los lunes de 16¨:30 a las 19:50   y los  viernes  de 18 a las  19:30.
Me gusta practicar en el parque skate.

Me gusta rap y Enrique Iglesias y Shakira.


B.