Marinela nos cuenta con ayuda de un texto escrito previamente y tras conversar cómo era su vida en Rumania con su abuela. Durante unos segundos alarga una palabra, ese es el punto en el que deja el texto y habla sin ningún apoyo, salvo su memoria y sus recuerdos.
Felicidades Marinela, has mejorado mucho.
Hola Marinela:
ResponderEliminarNo quiero hablar pero mi profe me está forzando.
Pues en Holanda robábamos manzanas de los árboles, y después íbamos a nuestra cabaña a jugar. En las afueras de mi ciudad había un terreno junto a un bosque.
Allí con palés construimos una cabaña muy grande, al lado de una pequeña colina que servia de torre de vigilancia. También teníamos un enemigo en un terreno cerca con el que teníamos luchas.
Había unos territorios pantanosos, otros con bosque, etc.
Cuando era niño, en Holanda, me lo pasaba muy bien.
Martin Hermen Grondijs. IES Rey Pelayo.
Martin gracias por escribir, y gracias a Carlos por animarte a hacerlo. Te diré que yo también me apropiaba de manzanas y moras, algún melocotón. Siempre quise tener una cabaña en un árbol y cuando fui ya mayor y trabajé en Degaña uno de mis alumnos tenía una en un árbol y me invitó a ir una tarde hasta allí. Como no era capaz de subir él hizo una escalera y yo un bizcocho y pasamos una tarde inolvidable en al cabaña del gran castaño. Luego bajé con él por una cuesta empinada sobre una puerta a la que atornillaron ruedas de un contendedor. Fue una experiencia apasionante
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