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lunes, 29 de febrero de 2016

¿Cuál es la identidad colectiva de Europa?

Joanna Anneke Rummens: «La crisis de los refugiados pone en duda la identidad colectiva de Europa»

La antropóloga y socióloga canadiense Joanna Anneke Rummens.
La antropóloga y socióloga canadiense Joanna Anneke Rummens. / MICHELENA
  • Joanna Anneke Rummens, Antropóloga y socióloga, «Me parece curioso que la Unión Europea esté afrontando esta situación solo por las vías burocráticas», destaca

«Acogemos a refugiados porque va con nuestra identidad como canadienses», asegura la antropóloga y socióloga Joanna Anneke Rummens, profesora de la Universidad de Toronto. Opina que la crisis de los refugiados pone sobre la mesa si «existe una identidad europea» o si se está ante el «resurgimiento de las ideas nacionalistas» de cada país.
- ¿Cuál es la situación en Canadá?
- Somos una sociedad tremendamente diversa, donde los recién llegados se establecen principalmente en tres ciudades. En Toronto, donde yo resido, que tiene 2,6 millones de habitantes, cerca de la mitad son extranjeros. Cada día se hablan más de 170 idiomas diferentes en la ciudad. Eso da una pista de la complejidad en términos de cultura, lenguaje o religión. Pero la sociedad canadiense ve la diversidad con felicidad y respeto.
- ¿Con qué políticas integradoras cuenta el país?
- Canadá tiene muchos mecanismos y servicios de apoyo. Nosotros hablamos de recién llegados, nunca de inmigrante, refugiados o sin papeles. Le llamamos así a propósito porque han llegado después que nosotros. Lo más importante es el acceso al mercado laboral y que los niños tengan acceso a la educación. Es crítico. Por eso tenemos los Centros de Bienvenida, que se llaman así, a donde puede acudir una familia para encontrar todo lo que necesite, desde información sobre cómo encontrar un empleo, dónde está su comunidad religiosa hasta dónde acudir si necesitan un médico. Es más fácil que el que tengan que aprenderse el sistema de un país nuevo donde no entienden el idioma y con una sociedad que tal vez sea muy diferente a la suya.
- ¿En qué momento se pasó del término inmigrante a recién llegado?
- Siempre ha sido así. Canadá es un país muy diverso desde sus inicios, formado a partir de personas venidas de diferentes partes del mundo. Primero fue desde Europa y ahora muchos de ellos vienen de Asia o África. Son nuevos pero forman parte de la sociedad canadiense. Es una cuestión cultural. No obstante, la tolerancia no es suficiente, debe ser algo mucho más profundo que se plasme en políticas.
- ¿Qué opina de lo que ocurre en Europa con los refugiados?
- Me gustaría saber más sobre cuáles son las cuestiones verdaderas. Para Canadá la situación es muy diferente, estamos lejos y tenemos océanos de por medio. Europa tiene el conflicto al lado. Además cuenta con una historia y unas identidades nacionales muy fuertes, e incluso con guerras muy recientes. En Canadá no contamos con ese pasado. Nosotros traemos a sirios en aviones militares y comerciales.
- ¿Por qué?
- Queremos ser parte de la solución. Entendemos que tenemos una responsabilidad global y eso es parte de la identidad canadiense: ayudar a que los problemas se solucionen. La crisis humanitaria que existe en Siria es una situación que podría darse en cualquier lugar del mundo. Y tenemos una responsabilidad tanto en la respuesta que damos a la crisis como en la búsqueda de una solución. Hay diferentes actuaciones que se deben hacer para resolver esta situación. Lo crítico es que sabemos que los refugiados abandonan su país por obligación. Pero hay muchos de ellos a los que no vemos y que se encuentran en campos de refugiados o que permanecen en Siria mientras tiene lugar la guerra. Y esa gente está sufriendo enormemente.
- Hay dirigentes políticos que dicen que es imposible acoger a los miles de refugiados e incluso que podría colarse algún terrorista.
- Siempre está la cuestión de cómo un Estado puede procesar el acogimiento de tantas personas. La población de Canadá es de 34 millones de personas. Cada año recibe a 250.000 inmigrantes y a cerca de 22.000 refugiados, que este año serán más por la crisis de refugiados de Siria. Por los puestos de seguridad del aeropuerto de Toronto pasan 25.000 personas todos los días. Y hay mecanismos para mantener la seguridad. En Canadá contamos con sistemas biométricos y además enviamos personal de inmigración a los campos de refugiados para hablar con ellos y seleccionar a la gente que puede venir.
- ¿Cómo ve a Europa?
- Visto desde fuera me parece curioso que esta crisis esté enfrentando a la Unión Europea por vías burocráticas y que se vea que este asunto se puede solucionar por esta vía. Además, percibo que hay una pérdida en la habilidad para tomar decisiones en el ámbito local. Los refugiados llegan a ciudades concretas y los centros de toma de decisiones están muy alejados.
- ¿Y sobre la libre circulación?
- Se pensó para los europeos con el objetivo de facilitar el proyecto de la unión, pero no se planteó qué ocurriría con una situación como la de ahora. Y este experimento no ha servido a todos sus miembros por igual, porque son unos países concretos los que están en crisis por la llegada masiva de refugiados, por ejemplo, Grecia. La Unión Europea tiene que plantearse cuál es su responsabilidad hacia sus miembros y hacia el mundo globalizado para hacer frente a esta crisis humanitaria.
- ¿En qué sentido?
- Ahora que hay un incidente global debe demostrar cómo va a responder. La crisis de los refugiados pone sobre la mesa si existe una identidad europea compartida entre todos los países, es decir, un concepto de ciudadanía compartida a nivel europeo, o si por el contrario van a resurgir las ideas nacionalistas de cada país miembro como Reino Unido o Alemania, por ejemplo. Por eso, la pregunta es si existe realmente una identidad europea, y de haberla, qué responsabilidades colectivas implica. Nosotros acogemos a los refugiados porque va con nuestra identidad como canadienses.
- ¿Cómo cree que debería actuar la Unión Europea?
- Debería trabajar en colaboración con otros estados para entender la causa de la crisis. También tendría que acomodar, apoyar e integrar a las personas que abandonaron por obligación su país, que puede ser una situación temporal o algo a más largo plazo. No hay que olvidar que la mayoría de los refugiados tienen el sueño de volver, y cuando puedan lo harán.
- ¿No se permite la entrada de refugiados por falta de infraestructuras o porque no se quiere?
- Querer es diferente a estar preparado. Y esa es la respuesta. Siempre puedes, por supuesto, pero estar preparado es cuestión de una respuesta política y de actitud.

 http://www.diariovasco.com/sociedad/201602/24/joanna-anneke-rummens-201602240630.html


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