RECURSOS EN LA ZONA

martes, 24 de abril de 2018

Basti, novela pakistaní

Caminando sobre moscas muertas

'Basti', obra de Intizar Husain considerada como la novela fundacional de Pakistán, logra acercarse a las trágicas guerras con India con un tono de voz baja y poética






Musulmanes huyen de India a Pakistán tras la independencia en 1947.
Musulmanes huyen de India a Pakistán tras la independencia en 1947.

La trágica separación de India tras su independencia en 1947 en dos países, India y Pakistán, que provocó una masacre de más de un millón de muertos (además de violaciones en masa e innumerables heridos, exiliados, refugiados y huérfanos) y que desencadenó con posterioridad varias guerras entre ellos, ha sido contada una y mil veces desde ambos lados de la frontera. Como hicieron los indios Anita Desai en Fuego en la montaña (Horas y Horas, 1997) y en Clara luz del día (Alianza, 2001), donde nos presenta a un joven hindú enfermo de malaria al que apasiona la poesía urdu, o Khushwant Singh, que realiza en Tren a Pakistán (Asteroide, 2012) un inolvidable alegato contra los fundamentalismos religiosos y políticos que, con la excusa de esa partición, multiplicaron sus actos de inhumanidad hasta cotas difícilmente superables. O como también hizo el gran maestro contemporáneo de la narrativa pakistaní, Saadat Hasan Manto, en Toba Tek Singh (Contraseña, 2012), que cuenta, por ejemplo, un intercambio de locos entre India y Pakistán o la historia de un perro que cruza la frontera militarizada entre ambos países.
Por su parte, Intizar Husain (1923-2016) consigue con Basti, que está considerada como la gran novela fundacional de Pakistán, aproximarse a esos mismos sucesos usando un tono de voz baja y poética que le sirve, más que para hacer la crónica de 30 años difíciles, para reivindicar una serie de ideales soterrados por la rabia, las bombas y los gritos. El ideal de la belleza, el de la claridad, el de la bondad, el de la inocencia, el de las rosas y los mangos, el de los milanos posados en una rama, el de la inteligencia, el de la sabiduría, el de los monos, el de las higueras feraces o el del té saboreado sin prisas mientras se conversa de lo divino y de lo humano. Es este conjunto de ideales el que, una vez recuperados, hará de Pakistán lo que le impiden ser los eslóganes, los mítines, las manifestaciones y los vidrios rotos.


Caminando sobre moscas muertas

Husain lanza al aire preguntas en vez de ladrillos (cuántos ladrillos dispersos por las páginas de este libro, cuántos edificios alzados y destruidos sin tener ocasión de adquirir la dignidad que les corresponde) mientras reflexiona sobre el tiempo (que quizás sea una termita), sobre las palabras (muertas la mayoría de ellas después de pasar por la boca de los políticos o de ser atornilladas al titular de un periódico sensacionalista), sobre las heridas (que sanan con rapidez), sobre la historia de los musulmanes en India (desde los mogoles y el motín de 1857, que fue la primera guerra de independencia del país y en la que destacó la maharaní de Jhansi, hasta la actualidad) o sobre la historia en general (que, afirma, es cómoda de leer cuando es la de otros pueblos, ya que parece una novela, pero tan difícil cuando es la propia), sobre las mentiras y las cobardías o sobre el cuento que es cualquier existencia.
También busca diferencias entre hindúes y musulmanes (y entre estos y las enseñanzas de Buda, cuyos apólogos ocupan bastantes de las mejores páginas del libro), pero sólo las encuentra en aspectos menores: para los primeros los terremotos se producen cuando se remueve la serpiente sobre la que descansa el mundo (que a su vez lo hace sobre una tortuga), mientras que para los segundos eso sucede cuando muda de cuernos la vaca (acosada, por cierto, por un mosquito) que lo sostiene; la peste mata hindúes mientras que la cólera persigue musulmanes.
Basti, que significa asentamiento, el espacio donde varias personas se reúnen para compartir un techo, es una novela que reivindica el corazón como único lugar común genuino para la convivencia. Ahí caben los mitos, ya sean los del Ramayana o del Mahabhárata, los de Las mil y una noches o los jatakas budistas, y con ellos todos nosotros. Ahí, sobre todo, se está a resguardo de ese muro de ladridos sanguinarios que circunvala el mundo.

El corazón es el verdadero basti que transmuta aquellos eslóganes que degüellan las palabras y la inteligencia en estos otros refranes o dichos o versos que los conectan con una tradición salvífica y humanísima: “Si os dormís, al despertar os habréis convertido en ratones”, “Cuando hablen los cordones de los zapatos y enmudezcan los que saben hablar”, “En manos de la gente equivocada incluso lo bueno se convierte en malo” o “Las nubes que se separan no vuelven a reunirse”. Porque todo se nos ha dado en depósito (desde la misma Pakistán o las lágrimas derramadas el primer día en el país hasta las penas padecidas o la experiencia de la derrota), el único modo de no perder esta herencia luminosa y feliz es rogar para que unos no especulen con ella contra los otros. No hemos pasado en vano y sin sacrificios (de seres vivos, de ideas vivas) de la era de los bosques sin lámparas a la de los candiles y de ésta a la de la electricidad para volver a sembrar oscuridades y apagamientos de la conciencia.
En esta novela se camina sobre moscas muertas (lo dice uno de sus protagonistas), las cajas de cerillas están vacías y las cometas tienen el hilo roto, pero sus sabias palabras resucitan a aquellas, las personas están repletas de entendimiento compasivo, y los pensamientos y las imágenes van cosiendo la trama (y la sintaxis) con puntadas inspiradas y firmes.
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Autor: Intizar Husain. Traducción de Jacinto Pariente.
Editorial: Armaenia (2017).
Formato: tapa blanda (314 páginas).

Fronteras

Una valla minada divide a India y Pakistán

La primera Guerra de Cachemira terminó en 1948 dejando un resultado inconcluso y esta separación

El fuerte control militar entre India y Pakistán comenzó tras el acuerdo de Simala, firmado por ambos países en julio de 1972. En la década de los años 90 se inició la construcción de una valla fronteriza en el Estado de mayoría musulmana Jammu y Cachemira. Los combates entre ambos países por el control de esta región aceleraron su construcción en el año 2000. Para el año 2004, la valla recorría 750 kilómetros de la frontera de India con Pakistán.
Una valla minada divide a India y Pakistán
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El conflicto comenzó en 1933, con la declaración de Pakistán que concebía Jammu y Chachemira como parte de su país, por afinidad religiosa. Sin embargo, el Gobernador de esos dos Estados, Maharaja Hari Singh, firmó un documento de adhesión con la India en octubre de 1947, cuando esta se independizó de Gran Bretaña. La primera Guerra de Cachemira terminó en 1948 con un cese del fuego que dejó un resultado inconcluso. India se quedó con dos terceras partes de Cachemira, Jammu y Ladakh. Como resultado, miles de familias quedaron divididas.
Actualmente la valla está conformada por dos hileras de alambradas electrificadas y conectadas a una red de sensores de movimiento, dispositivos de imagen térmica, sistemas de iluminación y alarmas. En el pequeño tramo de tierra que hay entre las dos hileras hay minas terrestres. Islamabad sigue defendiendo que Jammu y Cachemira son territorios ocupados por India ilegalmente, mientras que Nueva Delhi defiende esos territorios como propios.
El 1 de marzo, durante el 34º Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas celebrado en Ginebra ambos países se lanzaron acusaciones. El representante permanente de la India en la ONU, Ajit Kumar, acusó a Pakistán de ataques terroristas. Por su parte, el representante pakistaní, Zahid Hamid, dijo que la India viola sistemáticamente los derechos humanos en la frontera.
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FOTOGALERÍA. Los muros del mundo | 21 fronteras, 21 relatos

Malala vuelve a Pakistán

Malala vuelve a su pueblo en Pakistán por primera vez desde su atentado

La premio Nobel visita su región natal en la que fue tiroteada por los talibanes cuando tenía 15 años

Malala Yousafzai es fotografiada en Swat (Pakistán), el sábado.
Malala Yousafzai es fotografiada en Swat (Pakistán), el sábado. AFP
"Me fui del Swat con los ojos cerrados y ahora vuelvo con ellos abiertos", ha afirmado la premio Nobel de la paz Malala Yousafzai en un colegio de la región de Swat, muy cerca de Mingora, su ciudad natal, en el noreste de Pakistán, en la que fue tiroteada en 2012 por los talibanes. Es la primera vez que Malala, que sufrió el ataque de estos radicales por su defensa de la educación femenina y que se ha convertido en todo un símbolo, vuelve al país y a su región desde el atentado.
Durante pocas horas y ante un gran dispositivo de protección militar, este sábado la mujer de 20 años, ha cumplido su sueño de volver a poner los pies en su antigua casa. Desde su regreso a Pakistán el pasado jueves para una vista de cuatro días, el viaje de la premio Nobel de la paz a su ciudad natal no se había confirmado por cuestiones de seguridad. Aunque el Ejército de Pakistán arrebató el control de esa región a los talibanes hace casi una década, los ataques contra las fuerzas gubernamentales continúan en el valle de Swat, una otrora región turística en las estribaciones del Himalaya, a 245 kilómetros al noroeste de Islamabad.
“Swat es un pedazo de cielo”, ha declarado Malala a unos escolares a las afueras de su ciudad tras bajarse del helicóptero militar que la transportó a ella, a sus padres y a un hermano, según informa el medio pakistaní Geo TV. Con esas palabras, Malala ha querido desmentir a los que la siguen acusando de promover ideas contrarias a su país y a los valores del Islam. En Pakistán, hay quien la considera "un agente del extranjero" manipulado o pagado para perjudicar al país. Por eso, su presencia ha despertado también críticas y protestas, como la de una asociación de escuelas privadas del país, que declaró el viernes como el Día no soy Malala. Además de los círculos islamistas radicales opuestos a la emancipación de la mujer, ciertos sectores de clase media la critican porque consideran que ofrece mala imagen de Pakistán. “Estoy orgullosa de mi religión y estoy orgullosa de mi país”, recogía también Reuters en una entrevista con la activista; que reside en Reino Unido desde su atentado. Ahora estudia Economía, Filosofía y Ciencias Políticas en la Universidad de Oxford.
"Me siento muy feliz. Mi sueño se ha cumplido", afirmó durante una visita al colegio Guli Bagh, cercano a Mingora. Ya hace un lustro, Gul Makai, el seudónimo con el que escribía en un blog en Urdu en la cadena británica BBC, despertaba animadversión entre los extremistas de su país por criticar con dureza el radicalismo religioso que habían sometido a su región. Entre 2007 y 2009, una facción local de la línea dura talibán había prohibido televisión, música y educación; quemando hasta 200 escuelas. Aunque el Ejército paquistaní recuperó su ciudad a mediados de 2009, Malala fue la voz de la denuncia gracias a su blog.
Inspirada por el activismo y el afán educativo de su padre, profesor que protegió su colegio de niñas durante los años de ocupación talibán en su ciudad, Malala denunció el fundamentalismo religioso hasta que miembros de la sección local de Tehreek e Taliban Pakistan (TTP) le dispararon en la cabeza cuando viajaba en el autobús que la llevaba a casa desde el colegio. Herida muy grave, la joven fue trasladada a Birmingham (Reino Unido) para su tratamiento. Tenía 15 años. Sobrevivió milagrosamente al atentado y con el tiempo se ha convertido en un símbolo mundial de la lucha contra el extremismo y el derecho de las mujeres a la educación. En 2014, su determinación la convirtió en la persona más joven en lograr el premio Nobel de la paz (que recibió junto con el indio Kailash Satyarthi). Gracias a este reconocimiento, la fundación que creó continúa la misión de promover educación con la construcción de escuelas en Nigeria, Jordania, Siria, Kenia o Pakistán. La última, precisamente, en Shangla; a pocos kilómetros del pueblo en que nació.
A su regreso a Mingora, Malala y sus padres han visitado su antigua casa, ahora alquilada a un conocido de la familia. “Estaban llorando. Se arrodillaban en el suelo para tocar el adobe”, explicaba el actual inquilino, Farid-ul-Haq Haqqani, a la agencia Reuters describiendo la felicidad de la familia Yousafzai. La activista también ha tenido tiempo de reunirse con amigas de la infancia, según Haqqani.
Después, la joven de 20 años, a la que también acompaña la ministra de Información paquistaní, Marriyum Aurangzeb, se ha reunido con estudiantes del Instituto de Cadetes Guli Bagh, en un encuentro al que también estaban invitados varios amigos.
Malala segura que volverá a Pakistán cuando termine la carrera en el Reino Unido: "Mi plan es regresar a Pakistán en cuanto termine los estudios, porque es mi país y tengo los mismos derechos en él que cualquier paquistaní".
En cuanto a la educación de las niñas en el valle del Swat, la joven elogió el sábado los "cambios importantes" realizados desde 2012. "La situación ha mejorado mucho". Aunque con matices: "Leí que casi la mitad de los niños siguen sin estar escolarizados en la provincia. Tendremos que trabajar muy duro para que todos vayan al colegio".

Biografía de Benazir Bhutto


Benazir Bhutto nació en Pakistán en 1953. Obtuvo la licenciatura de Letras en Harvard, con honores cum laude, y después, estudió Filosofía, Política y Economía en Oxford. Sufrió arresto domiciliario por sus ideas políticas en su país y fue la primera mujer de un país musulmán en llegar al cargo de primer ministro.
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Benazir Bhutto nació en Karachi, Pakistán, en 1953. Fue hija de Zulfikar Ali Bhutto, primer ministro y presidente de Pakistán, y de Nusrat Bhutto, una pakistaní de origen kurdo iraní.
Inició sus estudios en una escuela cristiana en la que aprendió el idioma inglés y el urdu, propio de la clase culta pakistaní.
Posteriormente, siguiendo los preceptos de su padre, viajó a Estados Unidos, donde obtuvo la licenciatura de Letras en Harvard, obteniendo honores cum laude en Política Comparativa (1969).
Después, en Inglaterra, estudió Filosofía, Política y Economía en la Universidad de Oxford (1973).
De vuelta en Pakistán, su padre fue asesinado por el gobierno militar del dictador Zia ul Haq (1979) y ella fue mantenida en arresto domiciliario hasta que le fue permitido viajar a Londres, donde lideró el Partido del Pueblo Pakistaní en el exilio (1984). Posteriormente, se presentó a las elecciones generales y fue elegida para el cargo de primer ministro de Pakistán con treinta y cinco años (1988). Se convertía, además, en la primera mujer que asumía el cargo en un país de mayoría musulmana.
Su familia siempre consideró a hombres y mujeres iguales en aptitudes y posibilidades; por eso su padre le recomendaba a su hija personajes importantes de la historia para que le sirvieran de referente.
«Lee sobre Napoleón Bonaparte, el más completo hombre de la historia moderna. Lee sobre la Revolución americana y sobre Abraham Lincoln. Lee Diez días que estremecieron al mundo, de John Reed. Lee sobre Bismark y sobre Lenin, Ataturk y Mao Tsetung. Lee la historia de la India desde la Antigüedad. Y, sobre todo, lee la historia del islam» (Bhutto, 1989).
Además, Benazir Bhutto acompañó a su padre durante muchos de los viajes que este emprendió en su calidad de presidente y de primer ministro, de modo que pudo departir con pensadores y políticos de la talla de Henry Kissinger, Chu en lai e Indira Ghandi.
Benazir dijo en varias ocasiones que su estancia en Harvard supuso el tiempo más feliz de su vida, pues fue allí donde concibió por primera vez la posibilidad de ser musulmana y mujer en un entorno de democracia.
En 1987 se casó en Karachi y tuvo tres hijos.
Tras la ejecución de su padre a manos del dictador de turno, se exilió a Gran Bretaña, desde donde dirigió el Partido Popular Pakistaní.
En las primeras elecciones democráticas de 1988 fue elegida primera ministra de Pakistán.
En 1989 recibió el Premio por la Libertad de la Internacional Liberal.
Sin embargo, no todos eran demócratas en Pakistán. Entre las filas del Ejército figuraban algunos amigos de los extremistas, a quienes ayudaban en su financiación y a quienes mantenían al margen de la justicia. Eran gente de mucho poder, así que pagaron, como reveló una auditoría extranjera más tarde, pruebas de corrupción que la alejaron del cargo y le hicieron enfrentarse a la justicia (1990).
Fue destituida por violar la Constitución y por corrupción.
En 1993 volvió a presentarse a primera ministra y ganó por mayoría simple. Fueron tres años de duro trabajo intentando con éxito detener las escaladas de terrorismo que asediaban el país.
En 1996 se enfrentó a nuevas acusaciones de corrupción, más virulentas que las del 90, de modo que volvió a dejar el cargo y se autoexilió hasta el año 2007, en que volvió a Pakistán para presentarse al cargo de primer ministro por tercera vez. Sin embargo, fue asesinada durante una concentración que se realizaba en su apoyo.
En una entrevista a una cadena británica pocos días antes de ser asesinada, le preguntaron si era consciente del riesgo que corría al exponerse públicamente a las multitudes, pues la posibilidad de sufrir otro atentado era muy elevada. Ella contestó que sí lo era, pero que, aun pensando en sus hijos, quienes ya la apoyaban en su proyecto, se sentía responsable de todos los ciudadanos. Quería un país donde el empleo y la educación fueran pilares de una democracia sólida consolidada, y decía que la única forma que ella veía posible era salir a las calles y hablar directamente a la gente.
Por supuesto, estaba perfectamente al corriente de la dudosa lealtad al sentimiento democrático del primer ministro, el general Musharraf, pero este le había prometido que él mismo dejaría el cargo de jefe del Ejército con el fin de separar el poder político del militar.
Así que fue fiel a sus ideales a pesar de la sombra del atentado, por el bien del país.
Un disparo en la cabeza y otro en el cuello acabaron con su vida. El francotirador se inmoló llevándose a una veintena de seguidores de Bhutto.
Sus proposiciones de leyes en favor de un Estado democrático, con programas de desarrollo para mejorar las condiciones de vida de las mujeres, con juzgados independientes tanto del poder religioso como del político, con jefaturas de policía donde todos pudieran hacer efectivas sus denuncias y tantas ideas más, nunca vieron la luz debido a la gran presión ejercida por los partidos religiosos de derecha que dominaban el Parlamento en este momento.
El Gobierno de Musharraf dijo que murió de un golpe en la cabeza, la misma explicación que se da para la muerte de miles de mujeres musulmanas a manos de quienes tienen el poder sobre ellas. Una afirmación es suficiente, no tienen que demostrar nada ni dar explicación alguna.
Y todo ante la pasiva mirada de la comunidad internaciona

Binezir Battho

Frases de Benazir Bhutto

Immagine di Benazir Bhutto
Identikit y datos anagráficos
Nombre
Benazir
Apellido
Bhutto
Nacido
21 Junio 1953
Muerto
27 Diciembre 2007
Sexo
femenino
Nacionalidad
Pakistana
Profesión
político (primer ministro de Pakistán en dos ocasiones)
Signo zodiacal
Géminis
Notas biográficas
Benazir Bhutto fue dos veces primer ministro de su país, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar el cargo de jefe de gobierno en un estado musulmán moderno. Tomó el liderazgo del Partido Popular de Pakistán (PPP), a raíz de un golpe militar que derrocó al gobierno de su padre, ganando las elecciones en 1988. En 1996 fue destituida por cargos de corrupción, nepotismo y abuso de poder . Se alejó entonces, en una especie de auto-exilio, refugiándose en Dubai. En 2007 regresó a Pakistán después de un acuerdo hecho con el presidente Musharraf; sin embargo al llegar fue trágicamente asesinada en un ataque terrorista, reclamado por Al'Qaida.
Frases, citas y aforismos de Benazir Bhutto
  • Benazir Bhutto
  • “El liderazgo es un compromiso con una idea, un sueño, y una visión de lo que puede ser. Y mi sueño es que mi tierra y mi pueblo pongan fin a los combates y permitir a nuestros niños alcanzar su máximo potencial, independientemente de su sexo, condición, o de creencias.”
    Benazir Bhutto
  • “Me parece que siempre que estoy en el poder, o mi padre estaba en el poder, de alguna manera cosas buenas suceden. La economía está en alza, tenemos buenas lluvias, la gente recoge sus cultivos. Creo que la razón de que esto ocurra es que queremos dar amor y recibir amor.”
    Benazir Bhutto

  • “A pesar de las amenazas de muerte, no voy a aceptar la tiranía, sino más bien luchar en contra de ella.”
    Benazir Bhutto
  • “En última instancia, el liderazgo es la fortaleza de las propias convicciones, la capacidad de soportar los golpes, y de la energía para promover una idea.”
    Benazir Bhutto

  • “La democracia necesita apoyo y el mejor apoyo para la democracia viene de otras democracias.”
    Benazir Bhutto
    [Etiqueta: democracia]
  • “Y he comprobado que los que persiguen la paz nunca se detienen ante los obstáculos, especialmente los construidos de fanatismo, intolerancia, rigidez y tradición.”
    Benazir Bhutto
  • “Las fuerzas de la moderación y la democracia deben, y van a prevalecer, contra las del exterminio y la dictadura.”

lunes, 23 de abril de 2018

Feliz día del libro



Los hermanos Behar nos leen este cuento en su lengua materna, el árabe y en español que es su tercera lengua.

FELIZ DÍA DEL LIBRO.

domingo, 22 de abril de 2018

La niña de muy lejos



Las hermanas Andrade nos recomiendan este libro álbum.
Ya que mañana es el día dle libro  y podremos comprar libros un poco más baratos, este es una buenísima opción.

miércoles, 18 de abril de 2018

Premios VIRTUS participa un alumno del IES Cuenca Nalón, Juan Carlos Gómez

La imagen puede contener: una persona

Juan Carlos Gómez en la radio mostrando en lo que participa en su entorno, aquí podéis escuchar su entrevista.
Es un orgullo oírte en la radio, sacando lo mejor de ti.

https://www.ivoox.com/25474006


¡Felicidades Juan Carlos! Vamos a votar darle al ME GUSTA para que consiga una buena posición en estos premios.


Cope Mieres ha añadido 2 fotos nuevas.
21 horas

Juan Carlos Gómez Andrés, 17 años, del IES Cuenca Nalón. Nuevo concursante de nuestro programa VIRTUS. Sus profesores lo han seleccionado porque además de ser un buen alumno, saca tiempo para practicar deporte (fútbol) y sobre todo para colaborar intensamente con la Asociación Cruz de los Ángeles. Con ella colabora en programas para mayores (intercambio de actividades con otros centros de mayores) , en el banco de alimentos y en los programas con niños a los que ayuda tanto en los juegos como con los deberes.


Tender puentes a través de la literatura


Prodigios. Una antología de poesías árabes

18 de abril de 201819:30 horas.
CóRDOBA
Auditorio de Casa Árabe (c/ Samuel de los Santos Gener, 9). 19:30 horas. Entrada libre hasta

Casa Árabe y la editorial Los libros del Zorro Rojo presentan en Córdoba esta obra, coordinada por el arabista, traductor y profesor emérito de la UAM Pedro Martínez Montávez e ilustrada por el artista y calígrafo Rachid Koraïchi.

Presenta el acto Javier Rosón, responsable de Casa Árabe en Córdoba.

Casa Árabe presenta esta antología poética ilustrada por Rachid Koraïchi, uno de los mejores artistas plásticos árabes actuales. En ella se recogen poemas árabes escritos desde el siglo VI hasta nuestros días entre los que destacan importantes poetas contemporáneos.

Conformada por las voces de 52 poetas, algunos de ellos nunca traducidos al español hasta el día de hoy, esta edición arropa poseía árabe, andalusí y argelina bajo las ilustraciones de Koraïchi, aunando así dos caminos creativos: la imagen y la palabra.

En esta velada contaremos con la intervención del propio artista Rachid Koraïchi para hablarnos de las sorprendentes e inspiradoras ilustraciones, así como del arabista Pedro Martínez Montávez, el cual ha coordinado la edición. Ambos nos invitan a recorrer este libro captando la esencia de una cultura, donde la poesía ha sido, fue y será, un lugar de encuentro y una vía que abre nuevos horizontes. 


Ferias de libro hispanoárabe
http://www.rtve.es/alacarta/videos/medina-en-tve/medina-tve-feria-del-libro-hispano-arabe/4515069/

Ilustración del poema de Masram Al Nasri de Ana Clara Andrade



Cuéntame un cuento
pide un niño
nacido en prisión
de una madre violada.

El visitante empieza:
Érase una vez
un muchachito que vivía
en una casa
con ventanas
que daban a la calle.

¿Qué es ventana?
interrumpe el niño.

Es un agujero en una pared
por donde el sol entra
y los pájaros 
se posan.

¿Qué es pájaro?
replica en niño.
El visitante toma un lápiz
y dibuja en la pared
una ventana,
y un niño
con 
alas.

Maram al Masri  Desnuda va la libertad.

Las madres marroquiés toman la palabra

Las madres repudiadas de Marruecos toman la palabra

Las mujeres con hijos fuera del matrimonio se expresan en la radio gracias a un proyecto financiado por la UE

De izquierda a derecha: Kaoutar Belhirech, Ouahiba Rizki, Aziza Beailki y Rachida Morchid, cuatro madres solteras, en el estudio de radio que la ONG 100% Mamans posee en su sede de Tánger.
De izquierda a derecha: Kaoutar Belhirech, Ouahiba Rizki, Aziza Beailki y Rachida Morchid, cuatro madres solteras, en el estudio de radio que la ONG 100% Mamans posee en su sede de Tánger.
Las cuatro madres solteras que aparecen en la foto de este artículo han roto un doble tabú: muestran su rostro y se expresan sin tapujos en un programa de radio difundido en Internet dirigido a mujeres en su misma situación. Las relaciones fuera del matrimonio están prohibidas en Marruecos por el Código Penal. Y a los descendientes de estas madres se les llama ‘wlad ihram’, hijos del pecado. Ellas sufren a menudo el mismo trato que las prostitutas.
“Lo que hemos hecho no es un error. Es nuestro derecho. No escuchéis lo que diga la gente de vosotras porque os van a criticar siempre”, se dirige a sus oyentes Ouahiba Rizki, de 23 años y con un hijo de ocho meses.
La asociación 100% Mamans, radicada en Tánger, ha obtenido 316.000 euros de la Unión Europea para potenciar durante tres años los derechos de estas mujeres. “Ellas deberían tener derecho a disponer de su cuerpo”, indica Claire Trichot, fundadora de esta ONG, “a ser madres sin estar casadas, a que sus hijos tengan una identidad completa, a que el padre reconozca la filiación del niño, a no ser discriminadas. Queremos que ellas se empoderen de esos derechos”.
El proyecto, que tiene varios frentes, como el acompañamiento jurídico de las madres, ha disfrutado de cierto eco en Marruecos gracias a la programación de radio en Internet. El objetivo en los próximos meses es difundir el contenido al menos durante una hora a la semana en una emisora de FM.
Rachida Morchid, de 36 años y madre de una niña de nueve, toma el micrófono: “A vuestros hijos tenéis que decirles la verdad, que han sido concebidos fuera del matrimonio. Hay que crear una relación con ellos que sea más fuerte que las críticas de fuera. Ellos tienen derecho a saber”.
Morchid cree que el 90% de las madres solteras tienen miedo de los reproches que puedan hacerles sus hijos. “Y por esos les dicen que el padre ha muerto”, explica. Ella pretende llevar a su hija al estudio para que cuente lo que significa ser hija de madre soltera.
“Hay un momento clave en la vida de nosotras”, explica Morchid. “Y es cuando tenemos que elegir entre abandonar a nuestro hijo o satisfacer a nuestra familia. La mayoría de las que siguen adelante con sus hijos llegan a detestarlos. Hay chicas que nunca tuvieron responsabilidades en sus casas. Y de repente se ven en la calle, sin trabajo, mal miradas por todos y con un hijo que depende enteramente de ellas”.
Kaoutar Belhirech, de 24 años y madre de una niña de cinco meses, señala: “Cuando me quedé embarazada no tuve miedo a la sociedad. Al contrario, me quería vengar de ella por haberme abandonado. Sin embargo, desde que nació mi hija tengo miedo. Porque quisiera protegerla de todo lo que la sociedad le puede hacer”.
¿Contribuirán estos programas de radio a cambiar la sociedad? Aziza Beailki, soltera de 25 años, con dos hijos de 5 y 4 años, responde: “Por lo menos, así sabes que no estás sola. Cuando te ves en esta situación piensas que solo tú has tenido hijos fuera del matrimonio. Además, es mejor hablar de lo que nos pasa a nosotras que escuchar a otros hablar de nosotras”. “En la radio recogeremos muchos testimonios y poco a poco irá cambiando la mentalidad de la gente”, añade Rizki.
El proyecto está avalado por el ministerio de la Familia, cuya titular es Bassima Hakkaoui, del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD). “Cuando lanzamos el programa hubo críticas dentro del PJD. Pero el ministerio no ha tenido más remedio que aceptarlo, porque venía subvencionado por la Unión Europea”, precisa Trichot.
Las madres solteras arrastran, además del repudio social, el desengaño de sentirse abandonadas por el hombre a quienes amaban y a veces siguen amando. Hablar de ese tema en público parecía impensable en Marruecos. Ya no.

Un libro muy interesante sobre la violencia en lo jóvenes marroquíes

Reflexiones sobre la violencia de los jóvenes . Prólogo de Maria-Àngels Roque
Editorial
Icaria editorial
Materia
Sociología
Colección
Antrazyt
Encuadernación
Tapa blanda o Bolsillo
Nº páginas
144
ISBN
978-84-9888-714-3
EAN
9788498887143
Dimensiones
233 x 150 mm.
Fecha publicación
06-04-2016
Precio
17.00€ (16.35€ sin IVA)

 

 Sinopsis

Fatema Mernissi (dir) «En Marruecos, en estos últimos tiempos, se ha dado un fenómeno particular conocido como “charmil”. Se trata de una conducta individual y colectiva que esencialmente se da en los grandes centros urbanos, afecta a adolescentes y a jóvenes adultos y se manifiesta en numerosas facetas. A pesar de la gran inflación mediática, no siempre justificada, que ha tenido el fenómeno, merece una reflexión con un enfoque multidisciplinario y multiaxial. Dicho de otro modo, el fenómeno debe ser tratado de distintas maneras por distintos especialistas de manera global e integral. Porque más allá de este movimiento concreto, nos cuestionamos todas las expresiones de la violencia cometida por jóvenes, incluidas la de los campos de fútbol y otras.» «La violencia entre los jóvenes marroquíes: el caso charmil, opinión de psicólogo», de Jallal Toufiq Así nació Reflexiones sobre la violencia de los jóvenes, obra dirigida por Fatema Mernissi y con la colaboración de Khadija Alaoui, Abderrahim El Atri, Réda Dalil, Fatna El Bouih, Ahmed Ghayet, Youssef Madad, Hanane El Ouadrhiri y Jallal Toufiq. Fatema Mernissi nació en Fez en 1940 y murió en Rabat en 2015. Alumna de una de las primeras escuelas mixtas creadas por los Ulemas (autoridades religiosas), siempre ha compaginado su faceta de socióloga con la de escritora. Desde 1975 fue profesora de sociología en la Universidad Mohamed V de Rabat. Como escritora, pudo hacer realidad su sueño: comunicarse con el planeta. Sus novelas Sueños en el umbral, El harén político. El Profeta y las mujeres, Las sultanas olvidadas y El poder olvidado. Las mujeres ante el islam en cambio, publicado también por Icaria, han sido traducidas a numerosas lenguas y han alcanzado gran proyección internacional.

miércoles, 11 de abril de 2018

Marruecos despierta ante el acoso a las mujeres

Marruecos despierta ante el acoso a las mujeres

Las redes sociales impulsan la lucha contra la pasividad de la sociedad y el Gobierno frente a la violencia de género

Varios jóvenes esperan su turno para entrar en el camión del grupo teatral Zanka Bla Violence (Calle Sin Violencia), el pasado jueves en Marrakech.
Varios jóvenes esperan su turno para entrar en el camión del grupo teatral Zanka Bla Violence (Calle Sin Violencia), el pasado jueves en Marrakech. EL PAÍS
Una menor que es asaltada en plena calle llora y grita a su agresor: “¿Es que no tienes corazón, no tienes hermana, te gustaría que le hicieran esto?”. La escena se graba con un teléfono y luego se vierte en Internet. Cientos de usuarios de las redes sociales se indignan; otros culpan a la chica. La policía tarda menos de 24 horas en detener al agresor, de 21 años, al que filmó el vídeo y a otro hombre por ocultación de delito. Sucedió este mes en una aldea de Marrakech. El país se estremeció de la misma manera que el pasado agosto cuando varios jóvenes desnudaron a una mujer discapacitada en un autobús de Casablanca en pleno día, sin que el chófer ni nadie actuasen. La difusión del vídeo inflamó las redes y los agresores también fueron detenidos. Pero estas atrocidades no son más que la punta de un iceberg en un contexto donde el 62,8% de las mujeres declara haber sufrido algún acto de violencia, física o mental.
Muchas feministas no se hacen demasiadas ilusiones en un país donde las relaciones fuera del matrimonio pueden castigarse con penas de cárcel, donde el 38% de los hombres asume que las mujeres merecen en ocasiones ser golpeadas, según una encuesta de ONU Mujeres elaborada en 2016 en la región de Rabat-Salé-Kenitra y difundida en febrero. En ella, el 62% de los consultados, hombres y mujeres, cree que la mujer “debe tolerar la violencia para mantener a su familia unida”.
El reparo a expresarse sobre este asunto es palpable, incluso entre intelectuales de marcada trayectoria feminista. La propia ONU Mujeres ha declinado atender a este diario. Para hacernos una idea del miedo imperante basta señalar que el mes pasado una célebre ensayista marroquí, Asma Lamrabet, se vio conminada a dimitir como directora del Centro de Estudios Femeninos del Islam, perteneciente al centro de análisis Rabita Mohamadia de los Ulemas de Marruecos. Lamrabet había suscrito una carta de cien intelectuales donde pedían que igualdad de derecho entre hombres y mujeres en las herencias. Los ulemas o eruditos del Corán tomaron esa iniciativa como una afrenta al islam. Desde su dimisión, Lamrabet no ha concedido ninguna entrevista y ha anulado sus actos públicos.
Sin embargo, algo parece moverse en la sociedad, a pesar de que el eco de las campañas internacionales contra el acoso, como #yotambién o #metoo, tan solo llega a unas élites muy reducidas, según señala la escritora tangerina y consultora de comunicación Chams Doha Bouraki, de 61 años. “Gracias a las redes sociales, hoy se puede hablar de la despenalización de las relaciones sexuales entre personas adultas, de la homosexualidad, de los derechos de las madres solteras [en Marruecos, las mujeres que conciben hijos fuera del matrimonio son consideradas casi como prostitutas; y a sus descendientes se les llama ‘hijos del pecado’]. En los ochenta era casi un insulto hablar de eso, una apostasía. Las redes han liberado las voces. Pero no solo la de aquellos que defienden los derechos humanos, también las de los más conservadores que hablan en nombre de la religión”.
Las redes ha liberado las voces. Pero no solo la de aquellos que defienden los derechos humanos, también las de los más conservadores
CHAMS DOHA BOURAKI, ESCRITORA Y CONSULTORA DE COMUNICACIÓN
Sonia Terrab, de 33 años, es guionista y realizadora del programa televisivo Marokkiat ("Marroquíes" en el dialecto árabe local), donde hombres y mujeres hablan a cara descubierta de temas como violación, homosexualidad o acoso. “Gracias a Internet existe una toma de conciencia desde hace algunos años. Es cierto que aún perdura la mentalidad arcaica y a la mujer se la mira como algo que hay que proteger. Pero las jóvenes están dando un paso adelante. Claro que eso a veces tiene un coste para ellas. Recuerdo que una chica de 17 años nos contó que recibió muchos insultos en las redes después de salir con su pancarta en una foto durante la manifestación que hubo en Casablanca contra el acoso tras la agresión a la mujer del autobús. Nos contaba que la insultaban por su aspecto, no por lo que decía la pancarta”.
Claire Trichot, fundadora de la asociación 100% Mamá, que acoge a madres solteras, percibe un “cambio de percepción” en la población. “Ahora se es consciente de que las mujeres tienen derechos. Aunque en Marruecos la presencia de la religión sigue siendo muy poderosa”.
El grupo de teatro Zanka Bla Violence (Calle sin violencia, en el árabe dialectal de Marruecos), formado por la española Beatriz Villanueva y los marroquíes Monsef Kabri y Soufiane Guerraoui, acaba de participar en un proyecto pionero financiado por ONU Mujeres. Durante 15 días han recorrido el país en entornos sociales muy distintos, con un camión en el que ofrecían información al público a la vez que lo entrevistaban. “Hemos trabajado directamente con mil personas en cinco ciudades diferentes”, explica Villanueva. “Hay ganas de hablar, la gente tiene muchas cosas que decir. Hay mucha frustración entre los hombres. Hay varios que nos han dicho: yo acoso o yo acosaba. Mucha gente coincide en que falta educación, formación. Y faltan espacios de encuentro. Y al final les preguntamos a todos qué creen que puede hacerse. La gente sube al escenario”.
Hablan. Las mujeres no suelen confiar en la policía para defenderlas, algunos proponen que se impartan cursos de concienciación para los agentes. Otros sugieren que hay que enfrentarse al acosador en grupo. Tres hombres pueden decirle a otro, “¿Qué estás haciendo, amigo?”. Otros proponen que intervengan las personas de edad. La clave es que ya se habla.
“¿Pero va a cambiar la mentalidad?”, se pregunta la escritora Chams Doha Bourak. “Yo creo que no, aunque el uso de las redes sociales está permitiendo ejercer una presión sobre los políticos para que transformen las leyes”.
El 14 de febrero, tras cinco años de estudio y debate, el Parlamento aprobó una ley contra la violencia de género. Una ley que todas las asociaciones de mujeres han juzgado insuficiente y cosmética. La violación dentro del matrimonio, por ejemplo, no se na ley que todas las asociaciones de mujeres han juzgado insuficiente y cosmética. La violación dentro del matrimonio, por ejemplo, no se condena. Queda mucho camino por recorrer. Pero ya hay gente en marcha.