¿Pero quién defiende las cuchillas en la valla de Melilla?
Parlamentarios del PP y los partidos de la oposición rechazan la recolocación de las concertinas
También se oponen los sindicatos de la policía y la Asociación Unificada de la Guardia civil
La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, tacha la iniciativa de "barbaridad"
No abundan los defensores de la recolocación de las cuchillas en la valla que separa a Melilla de Marruecos –que estará terminada a fin de mes, según la previsión del Ministerio del Interior- incluso en las filas del Partido Popular que gobierna la ciudad autónoma.
Carmen Dueñas, secretaria regional del PP y senadora por Melilla, mostró el miércoles su disconformidad con la instalación de esos instrumentos lesivos, llamadas técnicamente concertinas, que provocan cortes en los miembros y, a veces, en los rostros de los subsaharianos que tratan de saltar la verja para acceder a la ciudad. Alguno se ha desangrado atrapado en el alambre entremezclado con cuchillas.
“Debemos poner medios en la seguridad, pero nada que dañe la vida de las personas que vienen en busca de un mundo mejor”, declaró Dueñas.
Sus palabras están en sintonía con las del diputado popular de Ceuta, Francisco Márquez, que también se desmarcó de la iniciativa del Ministerio del Interior español. “(...) debe de haber otros medios con la misma efectividad y menor capacidad de daño físico”, recalcó.
La reacción más significativa fue el silencio que guardó, el jueves, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, cuando fue preguntado por la prensa durante su visita a Melilla. Prefirió no pronunciarse porque, dijo, la policía no tiene competencias en el perímetro fronterizo. Cosidó ejerce un cargo político y como tal puede comentar asuntos que trascienden a la policía.
Abdelmalik el Barkani, el delegado del Gobierno en Melilla, ha sido hasta ahora el más acérrimo abogado de las cuchillas secundado por el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez y Conrado Escobar, portavoz de Interior del PP en el Congreso de los Diputados.
Escobar recordó, entre otras cosas, que fue el Gobierno socialista el que decidió colocar las concertinas a finales de 2005, cuando Melilla padeció una fuerte presión migratoria. El presidente Rodríguez Zapatero ordenó, sin embargo, su retirada al año siguiente a la visita de las lesiones que causaban.
El conjunto de los partidos españoles de oposición, desde el PSOE hasta IU pasando por UPyD, Equo y la formación musulmana de Melilla (CPM), han exigido la retirada de las cuchillas así como varias ONG y la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril. De "barbaridad" tachó Becerril la iniciativa.
Los sindicatos de policía y la Asociación Unificada de la Guardia Civil(AUGC), cuyos agentes están desplegados en la valla, también están en contra. Estos declaran “estar hartos de ver morir a personas por intentar pasar la frontera”. “No estamos dispuestos a ver a más [subsaharianos] colgados y desangrados por las concertinas de la valla”, añaden. “Los guardias civiles sufrimos un estrés innecesario al ver muertos por causas evitables”, concluyen.
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