Seguro que has oído que ayer mismo acaba de terminar el Eid al Fitr, La Fiesta del Fín del Ayuno, que marca el final del mes del Ramadán. Muchos de nuestros destinos, como Marruecos, Uzbekistán, Turquía o Irán respetan el ayuno en este mes, sagrado para los musulmanes. También en Etiopía o India hay importantes núcleos de población musulmana,  pero no transcurre solo allí. En todo el mundo, aproximadamente 1600 millones de fieles celebran esta fiesta. Solo en España hay casi dos millones, de los cuales algo más del 40% son ciudadanos españoles.
Pero, ¿qué es el Ramadán y en qué consiste? El Ramadán es el noveno mes del calendario musulmán y conmemora el momento en el que el Corán le fue revelado al profeta Mahoma. Es un mes sagrado a todos los efectos, en que los creyentes buscan la purificación, incrementado la oración y sus actos de caridad. En este caso el ayuno – uno de los cinco pilares de la fe musulmana – pretende que los fieles ejerciten su capacidad de autocontrol, su fortaleza y su paciencia, absteniéndose de beber – incluso agua -, comer, fumar o mantener relaciones sexuales durante 30 días, desde el nacimiento hasta la puesta del sol. El mes se felicita como la Navidad cristiana – Ramadan Mubarak – con tarjetas, anuncios y buenos deseos.

Felicitaxión corporativa del Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes
¿Todo el mundo está obligado a practicarlo? Ancianos, enfermos, embarazadas y niños están exentos de practicar el ayuno. Las mujeres que estén menstruando o acaben de dar a luz o las personas que se encuentren de viaje pueden posponerlo y “recuperar” los días de ayuno durante el año en curso. Evidentemente la obligatoriedad se extiende solo a los musulmanes. Si no eres musulmán y te encuentras en un entorno – o país – que mayoritariamente profese esa fe, se aconseja, por pura cortesía, respetar las creencias y abstenerse de comer, beber o fumar en lugares públicos. A la puesta de sol, las casas se llenan, los familiares se reúnen para “desayunar”, e incluso los hoteles ofrecen un menú especial de ruptura del ayuno – iftar-. Algunos países tienen tipificado el delito de no respetar el ayuno. Evidentemente algunas personas no lo hacen, pero jamás lo divulgarían públicamente. La parte más increíble es que durante la madrugada las calles son una auténtica fiesta y no falta la comida en ninguna mesa. Por las mañanas muchos comercios abren más tarde para compensar la vida nocturna.
¿Por qué comienza el Ramadán en días diferentes? Porque depende de la observación de la luna nueva y no en todos los lugares del globo sucede al mismo tiempo. Por eso puede haber un día de diferencia entre Teheran y Marrakech, por ejemplo. El calendario musulmán es lunar, por lo que, aunque para los musulmanes el Ramadán es siempre el noveno mes, de acuerdo con el calendario gregoriano, el mes sagrado comienza cada año 11 días antes. La celebración del ayuno, por tanto, no es igual de dura en los meses de invierno que en los de verano, con mucho más calor y muchas más horas de luz.
¿Y qué ocurre cuando SIEMPRE hay luz? Bien, puede ser. Aunque la tradición indica que el ayuno pude finalizar cuando no se distinga un hilo negro de un hilo blanco, esto tenía sentido en la península arábiga, donde nació Mahoma, pero en lugares como Noruega o Alaska puede haber 24 horas de luz o de completa oscuridad. En este caso el país puede adscribirse al horario de algún otro estado – como en el caso de Alaska, o optar por seguir el de La Meca.
Mujeres afganas de compras el día de inicio del Ramadán
¿Cómo lo vive un viajero no musulmán? Podemos asegurarte que resulta toda una experiencia. Ante los ojos profanos resultan inexplicable los supermercados repletos y los puestos llenos de comida desde primera hora de la mañana. Las calles se llenan de mujeres de compras e intercambiando ayuda en la cocina para una sucesión de nochebuenas durante un mes. Las peluquerías y boutiques tienen en este mes su temporada alta. En realidad lso presupuestos domésticos se disparan en un mes que aconseja el recogimiento y la limosna. Los horarios se trastocan. Muchos restaurantes y panaderías no abren hasta después de mediodía y a partir de ese momento las calles se llenan del aroma de los guisos recién hechos; niños y mujeres se mueven libremente por las calles a horas difícilmente concebibles por una mentalidad occidental… lo dicho, toda una experiencia.
mesa preparada para el iftar, la ruptura del ayuno, al atardecer
¿Y que pasa cuando acaba el mes de ayuno? Pues que, evidentemente, es una fiesta. El Eid al-Fitr marca el fin del Ramadán. Los días previos los comercios se llenan de consumidores para comprar la ropa que estrenarán durante la fiesta, se adquieren dulces para la familia y amigos, y regalos para los niños. Es un poco como la Navidad cristiana. La gente en estas fechas se desea mutuamente Eid Mubarak (feliz fiesta) y, en muchas ocasiones, como han hecho este año gobiernos como el de Siria y Egipto, se concede el indulto a presos, como muestra política de buena voluntad.
Celebrando el Eid Fitr – Fin del Ayuno – en Delhi (India)