sábado, 13 de marzo de 2010

Los tres "gochinos"

Los tres cerditos

Érase una vez, un bosque muy frondoso en que vivían los tres cerditos Flautista, Violinista y Practico y un lobo.
Flautista era muy vago, le gustaba bailar, cantar todo el día jugaba con su hermano Valiente a pilla pilla. Los dos soñaban con ser artistas y recorrer el mundo, tocando la flauta y el violín. Practico era muy trabajador y responsable. Soñaba con ser constructor de casas sólidas, con sótano y capaces de soportar un terremoto.


F. – ¿Vamos a jugar?
V.- Vale. Práctico ¿quieres jugar con nosotros Práctico
P.- No quiero, tengo que construir mi casa, cuando venga el lobo ¿dónde os vais a meter?
F.- En casa
P.- ¿Esa casa de madera y de ramas?, el lobo la tirará con un soplido
V.- Vamos a irnos hermanos.

Se fueron a jugar al bosque. El lobo estaba escondido detrás del árbol, mientras el lobo
los estaban mirando. Esperó a que cada uno se fuera a su casa. Persiguió a Flautista hasta su casa Flautista al ver al lobo se asustó mucho y corrió a encerrarse a su casa. Se encerró y el lobo sopló y sopló hasta que la casa derribo. Flautista se asustó y salió
corriendo hasta la casa de su hermano Valiente, abrió la puerta de ramas a su hermano. El lobo dijo:

- Os comeré a todos cerditos.
Sopló y soplo hasta que la casa se derribó los dos cerditos aterrorizados salieron corriendo a casa de su hermano Práctico.
Flautista.- Abre la puerta, ¡socorro!
V.- ¡Qué viene el lobo y nos come!
P.- Entrad rápido, el lobo no podrá comernos.
El lobo miro la casa desde lejos y pensó:
- Esta casa no la tiro soplando, voy a intentar engáñales.
L.- Soy un detective abran la puerta.
F.- Ni lo pienses
P.- Identifíquese.
El lobo metió la pata por la ventana y valiente le golpeo con el cepillo .
El lobo sacó la pata de la ventana y dolorido sopló y no pudo tirar, la casa no se movió.
Pensó entrar por la chimenea los cerdito al oírlo por la tejado, pusieron la olla al fuego con agua a hervir. El lobo se metió en la chimenea y bajó hasta que cayó de culo en el agua hirviendo, se quemó y se fue dando alaridos a meter el culo en el río.
Los tres cerditos fueron muy felices y aprendieron a ayudarse











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