Ópera de Pekín
La ópera de Pekín tan sólo tiene unos doscientos años de vida, aunque el origen del teatro chino se remonte mucho más atrás.
Las descripciones de danzas que datan de la dinastía Tang (618-907)
revelan llamativas semejanzas con la actual ópera de Pekín. Durante la
era Ming (1368-1644) se desarrolló la ópera kungqu, una forma de drama
musical. Muchos elementos de danza, canto y música de la ópera de Pekín
se pueden localizar en esta forma.
En los primeros años, los teatros permanentes eran inexistentes,
incluso en Pekín y los grandes puertos, por lo que la ópera de Pekín se
representaba en las calles y en las plazas de los mercados, lo cual es
una muestra de su gran popularidad entre el pueblo llano.
La ópera de Pekín era la única manera que el pueblo tenía de aprender
algo sobre la vida fuera de los estrechos límites de su existencia
diaria, y era probablemente su fuente principal para conocer los
acontecimientos históricos. Difícilmente se celebraba un festival en un
templo sin que se ofreciera una representación teatral, aunque estas
representaciones no guardaran ninguna relación con la festividad
religiosa.
Muchas óperas de Pekín se basan en leyendas populares, tradiciones o
cuentos de hadas, e incluso en obras de la literatura clásica, como Los
tres reinos, Sueño en el pabellón rojo o Peregrinación al Oeste. Todos
estos textos son mucho más conocidos en China que los clásicos en
Occidente. Pero entender y disfrutar de esta clase de teatro es también
un arte. Se utilizan mucho las convenciones, por lo que para disfrutar
de la ópera de Pekín resulta imprescindible conocer algunas de sus
normas.
Historia de la Ópera de Pekín
La Ópera de Beijing nació bajo el auspicio de la Dinastía Qing. Cuentan
que en viaje por el sur, el emperador Qianlong (reinó 1736-1796) quedó
tan impresionado por las compañías de ópera de Anhui y Hebei que se las
llevó a Pekín y aquí establecieron una nueva forma de ópera. El
emperador Guangxu y la emperatriz viuda Cixi también promovieron su
desarrollo.
Cuatro Ramas de la Ópera de Pekín
Las cuatro ramas principales de la ópera de Pekín son: el canto, el diálogo, el mimo y la acrobacia,
artes que, por lo general, están separadas en el teatro europeo. En
ocasiones predominan la música y las canciones, y en otras el mimo. En
algunas piezas, predominan las escenas de batallas, con la acrobacia
como telón de fondo, mientras que en otras el diálogo ocupa el centro do
la acción.
La división principal se establece entre wenxi (obras civiles) y wiai
(dramas militares), pero también hay comedias y sátiras. Las piezas de
wenxi, que se acercan más a nuestra concepción del drama, describen la
vida familiar y civil. El wuxi, en cambio, tiene como tema la lucha y
narra las guerras y batallas históricas con acrobacias.
Personajes Principales en la Ópera de Beijing
Hay cuatro tipos de papeles en la Ópera de Pekín.
Sheng: el papel masculino protagonista, pueden ser jóvenes o ancianos, con barba o sin ella.
Dan: el papel femenino, tiene seis manifestaciones, desde la niña virtuosa a la anciana.
Jing: personajes con las caras maquilladas.
Chou: payasos masculinos o femeninos, con una mancha blanca en el rostro, es un personaje discreto pero divertido.
Cada uno de estos cuatro grupos se divide, a su vez, en subgrupos. Hay
también figurantes, como personajes de la corle, guardias, soldados,
criticones y damas de honor.
Al dan (papel femenino), por lo general, le corresponde la parle más
importante. Hay dos razones históricas para ello: en la mayoría de los
dramas (derivados de historias y novelas que forman la base de las
óperas), la mujer es el centro de atención; la figura central de los
dramas chinos desde la dinastía Yuan (1279-1368) siempre ha sido una
mujer.
En general, el papel dan, que tradicionalmente era representado por un
hombre, lleva la cara maquillada con una base blanca y varios tonos de
carmín, con un poco de rosa pálido alrededor de los ojos. Se mueven con
elegancia, dando pasitos fluidos y suaves. Oirás características son sus
diálogos mitad cantados, mitad hablados y una especie de canto con
maullidos. Sin embargo, durante casi medio siglo, ha estado prohibido el
entrenamiento de los hombres para cantar papeles femeninos. La razón
oficial es que esta práctica ha llevado a «perversiones sexuales».
Vestuario de Ópera de Pekín
El vestuario de la Ópera de Pekín está basado en los trajes de la corte
de las dinastías Han, Song, Tang y, sobre todo, Ming (1368-1644), así
como de la era de los emperadores manchúes (1644-1912). Se estudiaron
antiguas pinturas y dibujos en los muros de estos períodos para su
diseño. El vestuario de la ópera de Pekín, sin embargo, no es en ningún
caso realista. Sus características simbólicas son particularmente obvias
en el traje de los mendigos: seda con remiendos de colores.
Máscaras de Ópera de Pekín
Los colores de la cara simbolizan las cualidades de cada personaje. El
rojo representa la lealtad y el coraje el morado, la solemnidad y la
rectitud, el verde, la valentía v la irascibilidad.
Según la leyenda, la tradición del maquillaje de máscara tiene su
origen en Zhuge Liang, un héroe del tiempo de los Tres Reinos (220-280
d.C.) que tenía unos rasgos físicos muy delicados y femeninos. Por esta
razón, el gran estratega tuvo la Idea de pintarse la cara con
terroríficos colores para asustar a sus enemigos, Inventando así la
máscara. El rojo significa un carácter leal y valiente. El negro
representa a una persona fuerte y buena, pero también tosca. El azul
simboliza el coraje, la bravura y la arrogancia, mientras que el verde
caracteriza a la persona inestable. Sólo a los dioses les está permitido
llevar el dorado.
Mientras los simbólicos colores y diseños del maquillaje en el
escenario revelan detalles del carácter, el color puede utilizarse por
razones puramente estéticas, creando armonía entre la ropa, la cara y el
tocado. Los artistas del maquillaje pueden crear más de trescientos
tipos diferentes de máscaras pintadas.
Instrumentos Musicales de Ópera de Pekín
A pesar de la carga visual de la Ópera de Pekín, los chinos dicen que
van a la ópera a escuchar y no a mirar. Por ello no se debe pasar por
alto la importancia del elemento musical. Por lo general acompañan a la
ópera seis o siete instrumentistas. Entre las cuerdas suele haber un
erbu (violín chino de dos cuerdas), un sanxian (laúd de tres cuerdas) y
un rúan (laúd chino de mástil corto) y posiblemente un pipa (laúd
tradicional). Los instrumentos tienen como función principal acompañar a
las canciones. En percusión destacan la matraca, el gong y el tambor,
que se emplean para marcar la acción; movimiento y sonido van ligados. A
veces suenan también instrumentos de viento, como el cuerno chino, la
flauta y el suona. más información sobre instrumento musicales de China
La utilería es muy poco utilizada. Un barquero con un remo en la mano
es suficiente para que quede claro que la escena se desarrolla en un
barco. Una silla puede ser simplemente una silla, pero puede también
significar las tierras altas de un paisaje. Una vela apagada puede ser
el símbolo del crepúsculo. Cada soldado con una bandera representa a un
ejército completo. Los jinetes casi siempre tienen una doble actuación,
ya que también han de mostrar el movimiento del caballo levantándose
sobre dos patas, galopando y trotando mediante la mímica y los gestos,
convirtiéndose así en centauros.
El estilo de actuar es el típico de la «irrealidad» de la ópera de
Pekín. El objetivo del actor no es, como en el drama occidental,
convertirse en el retrato del personaje. El actor se distancia del papel
y trata de citarlo, narrando unos sucesos que están relacionados con su
papel. Ningún actor de ópera de Pekín termina «fuera de sí mismo». El
paralelo occidental más cercano al estilo ritual de la obra operística
de gestos fijos se encuentra en el mimo clásico, en el ballet y entre
los payasos de circo.
En China no se dice: voy a ver una ópera de Pekín, sino voy a oír ópera
de Pekín. La música y las canciones son los elementos fundamentales de
la ópera. En realidad, los devotos de la ópera pueden pasarse toda la
representación con los ojos cerrados, los oídos abiertos y la mente
errante. La mayoría, sin embargo, disfrutará, además, siguiendo los
estilizados medios de expresión.
La ópera china pone el énfasis en la ética y la moral confucianas.
Todas las historias concluyen premiando la bondad y castigando la
maldad.
Aunque el teatro chino en forma de sátiras, vodevil, teatro de
marionetas y de sombras ha existido desde la dinastía Tang (618907),
época en la que debía tener fundamentalmente carácter de pantomima, el
drama musical formal tiene su origen en la dinastía Ytian (12791368),
cuando los eruditos, desplazados de sus puestos en el gobierno por
mongoles extranjeros, se dedicaron a escribir dramas en los que las
canciones solían alternarse con el diálogo. Desde entonces la ópera se
ha convertido en una de las formas de entretenimiento del pueblo más
populares. Sus orígenes parece que se hallan vinculados a las danzas
exorcistas del chamanismo y a las ceremonias fúnebres y de sacrificios,
que con el tiempo se transformaron en auténticas representaciones
teatrales.
Hoy en día existen más de trescientos estilos diferentes de ópera
china. Aunque apenas se representa, la clásica kunqu se remonta al siglo
XVI y era considerada por su audiencia principal, los nobles educados,
demasiado delicada y esotérica para la muchedumbre. La flauta es el
instrumento principal y sus melodías son muy diversas. Otros estilos de
ópera regional incluyen la ópera chaozhou (Teochew), las óperas de
marionetas de Fujian y las bangzi xi (óperas de claqueta), que son
populares en Shaanxi y el norte de China, y en las que el acompañamiento
principal se realiza con una claqueta de madera de dátil golpeada con
un palo.
La más popular de las óperas chinas es la estilizada jingxi (ópera de
Pekín), que data del siglo XIX. La ópera de Pekín es una mezcla de
diferentes formas artísticas: literatura, canciones, danza, mimo y artes
marciales.
El tiempo está marcado con una claqueta de madera de secuoya, que
produce un sonido de una nota muy alta cuando es golpeada. El
instrumento de música que acompaña a la ópera de Pekín es es el huqin,
un violín chino, aunque los platillos son muy utilizados en las escenas
de acción.
Aunque hay infinitas variaciones entre los diferentes estilos
operísticos, todos comparten algunas características generales asociadas
con la ópera china. Las obras se basan en hechos históricos o
populares, con los que la audiencia ya está familiarizada.
Fuente: http://www.viajechinaexperto.com/cultura-china/arte-china/opera-de-pekin.html
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