El origen del alma ‘amazigh’
Loubna Dardane, antropóloga marroquí y amazigh, ha visitado por segunda vez La Palma para conocer de primera mano las estaciones de grabados rupestres benahoaritas. “Las piedras nos hablan", asegura.
Amazigh significa hombres libres,
y a pesar de haberse convertido en un pueblo sometido y fuertemente
dominado por otras civilizaciones, esta tribu norteafricana se asentó
desde Canarias hasta Egipto (Tamazgha) durante su época de mayor
desplazamiento. Hoy en día, conservan su linaje en algunas zonas de
África como es el caso de Loubna Dardane, antropóloga y amazigh.
Loubna
Dardane nació en plena cordillera del Atlas marroquí. Sin embargo, su
espíritu desinquieto la ha llevado a recorrer medio mundo. Con apenas 16
años decidió marcharse de su país natal para trasladarse a Estados
Unidos y estudiar Ingeniería Aeronáutica, la cual no pudo concluir
debido su alto coste económico. Posteriormente, emigró a Ecuador,
Francia y Alemania para, finalmente, acabar en Gran Bretaña, donde se
convierte en antropóloga por la Universidad de Bristol (Inglaterra).
Pero Loubna jamás se ha olvidado de su pueblo y para
rescatarlo del olvido se ha propuesto una investigación que lleva “toda
la vida” estudiando. Desde su punto de vista, y para conseguir ese
objetivo, nada mejor que realizar una tesis doctoral sobre Los grabados rupestres amazigh del Noroeste de África,
dirigida por la doctora Matilde Arnay de La Rosa, del Departamento de
Arqueología de la Universidad de La Laguna. Además, sus estudios
incluirán Gran Canaria y La Palma, puesto que estas islas son de real
importancia para el análisis de los petroglifos.
Dos regiones, una cultura
Las
Islas Canarias tienen una antigüedad de unos 30 millones de años, pero
hasta, aproximadamente, los últimos dos mil años no fueron habitadas por
los humanos. Los imazighen (pl.), en palabras de
Loubna, fueron los primeros pobladores del Archipiélago. Nosotros los
denominamos bereberes y procedían de Marruecos, Argelia, Túnez, etc.,
en torno al siglo II a. C. Este pueblo se asentó en el Archipiélago
hasta finales del siglo XV debido a la conquista prehispánica, pero a
día de hoy, sigue siendo el pueblo que más tiempo ha vivido en estos
territorios, al igual que ha sucedido en el Norte de África.
Así
pues, para la investigadora, la intrusión de diferentes culturas y
religiones que ha tenido que soportar el continente africano ha
provocado la contaminación de la historia de los amazigh,
puesto que la poca información de la que se dispone ha sido escrita por
los propios conquistadores, siendo subjetiva e incompleta. Exactamente
igual que ha sucedido para conocer las culturas aborígenes de Canarias.
Además, esas tribus usan la tradición oral para transmitir sus
conocimientos de generación en generación, por lo que hay cosas que se
acaban perdiendo. “No tenemos una historia de nosotros, tenemos la
Historia de los conquistadores”, denuncia Dardane a La Palma Ahora
al hablar del origen de sus antepasados. “La historia con la que
contamos es la historia de nuestros colonizadores, lo cual no nos
permite conocer nuestros verdaderos orígenes”, continúa la doctoranda.
Una historia abandonada
Como
antropóloga, siente enorme curiosidad por conocer la finalidad de las
distintas acciones que han llevado a cabo los humanos, máxime cuando se
trata de sus ancestros amazigh. Su mayor aspiración
y deseo es poder dedicarse a mostrar esas tradiciones antiguas entre su
gente y su tierra: Marruecos. Considera que a estas cuestiones no se
les otorga el valor que se merecen, ayudándonos a comprender mejor la
historia del mundo. Los imazighen fueron
desterrados y aislados por el resto de la civilización y, aunque aún
permanezcan viviendo en su lugar de origen, se han perdido algunos
aspectos de su identidad cultural, si bien muchos otros aún permanecen y
es en estos, precisamente, donde Loubna quiere hacer hincapié.
Dardane afirma con rotundidad: “La historia es de la gente” y para explicarnos la historia de los bereberes-amazighs
no podemos basarnos sólo en hechos científicos, ya que estos aportan
una visión superficial “que no respeta y tiene en cuenta la conexión con
las personas”. Son los propios imazighen quienes
conocen su verdadera historia porque han sido ellos los que la han
vivido y trasmitido de padres a hijos durante muchos siglos. Recalca que
la relación de estos pueblos con la Naturaleza apenas es visible en los
datos científicos, puesto que se trata de algo espiritual que va más
allá de la estructura o herramientas, por ejemplo, que se emplearon a la
hora de realizar un petroglifo.
La Palma ancestral
Loubna
Dardane ha visitado por segunda vez La Palma para conocer de primera
mano las estaciones de grabados rupestres benahoaritas. Ha estado
acompañada por el doctor en Arqueología Jorge Pais Pais, que le ha
servido de guía en los yacimientos más importantes e interesantes de la
Isla: La Zarza-La Zarcita, El Cercado, Barranquera de La Castellana,
Calvario de Santo Domingo y Llano de Las Lajitas, en Garafía; Roque
Teneguía, en Fuencaliente; Cueva de Belmaco, en Villa de Mazo, así como
La Fajana, El Verde, Lomo de Tamarahoya y Lomo Gordo I-II en El Paso.
“La
tesis doctoral de Loubna puede ser de sumo interés para la arqueología
canaria y, en particular, para La Palma, puesto que tanto en las zonas
del Magreb que pretende estudiar, como en la antigua Benahoare, se
realizaron un tipo de grabados geométricos (espirales, meandriformes,
círculos-semicírculos concéntricos) muy bien representados en ambas
zonas”, manifiesta el arqueólogo.
Un dato relevante es que todavía existen en Marruecos amazighs,
algunos de ellos parientes directos de Loubna, los cuales siguen
acudiendo a este tipo de yacimientos arqueológicos para realizar ritos
mágico-religiosos. Se trata de una gran oportunidad para conocer el
ambiente en el que sus ancestros y los nuestros han frecuentado durante
milenios con una finalidad que se ha trasmitido vía oral hasta nuestros
días. Con respecto a Canarias, esta posibilidad de continuación de las
antiguas tradiciones bereberes fue totalmente erradicada a raíz de la
conquista hispánica, ya que se implantó una sociedad totalmente nueva y
diferente a la que allí existía, provocando una aniquilación de todo
aquello que provenía del mundo aborigen.
Asimismo,
cuenta Jorge Pais que la experiencia con Loubna Dardane ha sido muy
gratificante y esclarecedora. Se trata de una persona muy espiritual y
de gran sensibilidad que acaricia los grabados rupestres buscando una
respuesta puesto que “las piedras nos hablan”, asegura la antropóloga.
En Marruecos, en el mundo amazigh, la Naturaleza es
muy importante (monolitos, árboles, fuentes, etc.) y todavía hoy día
muchas personas acuden a esos lugares sagrados en busca de ayuda o
respuestas. También comenta que los grabados rupestres pueden significar
o estar relacionados con muchas cosas como, por ejemplo, los triángulos
que pueden ser símbolos de fertilidad, pero también de muerte. Su
abuela sigue tatuándose en el rostro símbolos que en Canarias son
motivos alfabetiformes pero que, para ella, responden a otra finalidad
muy distinta.
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