Enrique de Inglaterra comenzó este domingo una visita oficial a Singapur, un día después del mortífero ataque ocurrido en Londres.
El príncipe, de 32 años, se reunió con personal y voluntarios de
entidades benéficas de salud mental —un campo en el que invierte gran
parte de su tiempo junto a los duques de Cambridge, en la campaña Heads
Together— y también de organizaciones que luchan contra el sida. Enrique
de Inglaterra también visitó la organización Jamiyah Children's Home,
donde participó en un iftar, la comida de ruptura del ayuno durante el mes musulmán del ramadán.
El
quinto en la línea de sucesión al trono británico participó en una
recepción en Eden Hall, residencia del alto comisionado británico en
Singapur —un cargo equivalente al de embajador entre los países de la
Commonwealth—, donde la bandera ondeaba a media asta en señal de duelo
por los siete muertos en el atentado del sábado en la capital británica.
Este lunes, el príncipe tiene previsto participar en un partido de polo
benéfico para Sentebale, una ONG fundada por él mismo junto al príncipe
Seeiso en 2006 que apoya a las personas afectadas por el virus VIH en
Lesotho y Botswana. Un viaje del que está dando buena cuenta la cuenta oficial en Twitter del príncipe Enrique y los duques de Cambridge, que tiene casi 900.000 seguidores.
Después de Singapur, el príncipe viajará a Sídney (Australia) para
promover la próxima edición de los Invictus Games, una competición
deportiva impulsada por él que opone a cientos de soldados heridos o
mutilados de todo el mundo, que tendrá lugar el año próximo. Este es una
de las iniciativas en las que más está involucrado el príncipe, y que
participa en ella desde que abandonara el Ejército.
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