viernes, 31 de mayo de 2013

El ruido de lo que somos

El ruido de lo que somos

Dice Emerson que el ruido de lo que somos llega a los oídos de nuestros hijos y alumnos con tanta fuerza que les impide oír lo que decimos. Comparo esta idea. Pienso que no hay forma más bella y más eficaz de autoridad que el ejemplo. Por eso es tan importante la forma de comportarse de los políticos, de los profesores, de los padres y madres…. De los adultos, en general. Educamos como somos, no como decimos a los demás que tienen que ser.
Dice Emerson que el ruido de lo que somos llega a los odios de nuestros hijos y alumnos con tanta fuerza que les impide oír lo que decimos.
Podemos decir lo que queramos. Hermosas palabras. Sabios consejos. Pero sería tremendo que los niños y los jóvenes pudieran replicar:
- ¿Y vosotros? Si es tan importante ser de esta manera o de la otra, ¿por qué no sois así? Si es tan estupendo actuar domo decís, ¿por qué no lo hacéis vosotros?
Recuerdo haberle oído decir a Humberto Maturana que tenemos que hablar mucho de valores porque no los practicamos. En mi libro “Una tarea contradictoria: educar para los valores y preparar para la vida”, editado en Buenos Aires hace algunos años, cito este pensamiento del biólogo chileno:
“Yo creo que cuando uno tiene que enseñar algo es porque ese algo no surge solo en la vida. Por ejemplo, el niño aborigen australiano va con la mamá o con el papá por el desierto o por la selva, recolectando algo o reconociendo el lugar. Lo va recogiendo o va reconociendo el lugar en el momento de vivirlo. Entonces no se le está enseñando. No se le habla de una cosa que tiene que venir después sino que está viviéndola allí. Ahora, si yo no tengo la posibilidad de ir al desierto para ver allí la roca que corresponde al lugar donde el ancestro hizo allí tal cosa y estoy en la sala de clase, voy a tener que hablar de eso, voy a tener que enseñar sobre la roca que es un hito en la historia ancestral. Tenemos que enseñar porque aquello que enseñamos no lo estamos viviendo. Yo creo que este es el verdadero problema de los valores”.
Por eso los escándalos de los políticos son tan repugnantes, tan demoledores. Se convierten en una invitación a los comportamientos indecentes. Por eso, los malos ejemplos de los profesores son tan nocivos, tan devastadores. Son una provocación para el alumnado. Por eso la vida poco ejemplar de los progenitores es un camino abierto hacia los malos comportamientos de los hijos y de las hijas.
¿Cómo podemos pedir a los niños y jóvenes que no mientan si nos ven hacerlo cada día? ¿Con qué autoridad podemos exigirles que trabajen si nos ven sumidos en la pereza? ¿Cómo podemos aconsejarles que respeten a los débiles si nos ven orgullosos y prepotentes? ¿Cómo podemos pedirles que respeten a las mujeres si exhibimos acciones rabiosamente machistas? ¿Cómo podemos decirles que respeten lo ajeno si les ofrecemos cada día ejemplos de avaricia y latrocinio? ¿Cómo podemos pedirles que lean si nosotros despreciamos la lectura?
Tengo en mis manos un hermoso libro de Malba Tahan, seudónimo con que el profesor Julio César Mello e Souza se dio a conocer fuera del aula por sus numerosos libros, en los que crea una didáctica propia y divertida, ingeniosa y amena. El libro se titula “El hombre que calculaba” y en él se narran los numerosos desafíos que afronta Beremiz Samir, matemático persa, en un antiquísimo Irak habitado por califas, jeques y visires. En cada uno de los relatos Samir demuestra su extraordinario dominio sobre los números, siempre va acompañad por la razón ética, por la justicia y por la paz entre los seres humanos
Una mañana fue recibido por el califa de Bagdad. Una vez en su presencia, el hombre que calculaba dijo:
“Veo a la sombra de vuestro poderoso trono hombres de valor que cultivan el estudio y dilatan las fronteras de la ciencia. La compañía de los sabios es para mí el más grato tesoro. El hombre sólo vale por lo que sabe. Saber es poder. Los sabios educan con el ejemplo, y nada hay que avasalle el espíritu humano de manera más suave y convincente que el ejemplo. No se debe cultivar la ciencia si no es para ser utilizada en la práctica del bien”.
En momentos como el que vivimos, lo más importante es el ejemplo de los adultos. Los discursos, los sermones, las recomendaciones, los consejos, no sirven para nada si no van acompañados por una práctica ejemplar. Importa mucho más lo que somos que lo que decimos.
Recuerdo que hace algunos años, en un partido de fútbol que disputaba el Real Madrid contra no sé qué adversario en el estadio Santiago Bernabeu, un padre estaba con su hijo de diez años muy cerquita de mi asiento. El padre, casi sin parar, profería todo tipo de palabrotas, blasfemias, improperios e insultos, dirigidos al árbitro, a los jugadores del equipo rival y también a los jugadores del Madrid. Llamaba la atención la virulencia verbal de aquel espectador. En un lance del partido el chico soltó tímidamente un taco dirigido al árbitro de la contienda. Sin mediar palabra, el padre le pegó una sonora bofetada, sin inmutarse por su incongruencia.
He pensado muchas veces en aquel pequeño, a quien recuerdo frotándose la cara después de recibir el bofetón. ¿Qué aprendió? Aprendió en primer lugar violencia. Creo que, además de los tacos que profería su padre, aprendió también que no debía soltarlos en su presencia. Pero, sobre todo, aprendió rabia e impotencia ante tamaño descaro y abuso de autoridad.
- ¿Por qué me pegas por hacer lo que tú estás haciendo? ¿No debería pegarte alguien a ti?
¿Qué pensaríamos del autor de un libro titulado “Manual de Hortografía? Estoy seguro de que no solo no consultaríamos su obra sino de que pensaríamos que es un imbécil o un sinvergüenza. O las dos cosas a la vez.

La educacion prohibida

UNA HISTORIA PARA DESPERTAR

Una historia para despertar

Hay historias para dormir e historias para despertar. Siempre nos han contado historias para acostarnos, para dormir. Aunque, si bien se mira, son especialmente valiosas las historias que ayudan no a dormir sino a despertar.
Todos estamos obligados a levantar la voz cuando vemos una injusticia.
En realidad esta es una historia no de ficción, sino basada en hechos reales. Una historia que nos interpela sobre el contenido y la finalidad de la enseñanza. He repetido muchas veces que no hay conocimiento útil si no nos hace mejores personas. La finalidad de la enseñanza no sería, a mi juicio, meter en la cabeza de los estudiantes una serie de datos, principios o informaciones inertes, sino un conocimiento que movilice la voluntad hacia el bien.
Quiero compartir hoy con los lectores y lectoras una historia para reflexionar sobre nuestra labor como profesores y profesoras. La he leído en un blog llamado La página de Valeria Torres. Se trata de una historia sobre las tan repetidas quejas sobre la falta de interés de las clases y la consiguiente falta de atención por parte de nuestros alumnos hacía aquello que les explicamos. Muestra el camino para atrapar, para atraer, para “enamorar” a nuestros alumnos y alumnas. Una herramienta para luchar contra la desmotivación y la apatía. Y, sobre todo, para ayudar a pensar y a convertir la enseñanza no en una mera acumulación de conocimientos sino como un instrumento para comprender la realidad y para comprometerse con su mejora.
Cuenta la historia una de las alumnas presentes en la clase donde y cuando suceden los hechos, Ella es testigo de lo que sucede y cuenta sus impresiones y la repercusión que tuvo en ella la lección.
La historia transcurre el primer día de clase cuando el nuevo profesor entra en el aula y sin tan siquiera presentarse, ni plantear los objetivos, ni el programa de su asignatura, ni la metodología que se va a seguir, ni el proceso de evaluación que va a llevar a cabo, lo primero que hace es dirigirse a uno de los alumnos que está sentado en la primera fila, preguntándole su nombre
- Me llamo Luis, profesor, contesta el alumno, un tanto sorprendido y desconcertado.
Lo segundo que hace es gritarle a Luis y exigirle que salga de la clase inmediatamente. El alumno le mira con incredulidad y asombro. Quiere preguntar y hasta protestar, pero el profesor no le da oportunidad.
- Salga inmediatamente. Cierre la puerta al salir. ¡No le quiero ver más aquí!, le grita imperativamente.
Temblando de nervios y rabia, toma sus cosas y sale sin decir una palabra y sin olvidarse de dar un portazo para cerrar la puerta.
Hasta aquí los hechos y ahora la vivencia de una de las compañeras de Luis. “Todos nos quedamos asombrados y en completo silencio. Mientras el profesor sacaba un libro de su maletín, yo le miraba y pensaba que era un completo idiota, un déspota indecente y que seguramente nos haría la vida imposible todo el semestre. ¡Qué tipo tan insoportable!
Finalmente tomó asiento y preguntó qué materia nos iba a impartir.
¡Que ridículo! ¡Ni siquiera sabía a qué venía!, pensé. Todos, al mismo tiempo, sacamos nuestro horario de clases y dijimos al unísono: ¡Introducción al Derecho!
- Muy bien. ¿Alguien tiene idea de qué se va a tratar en esta clase? ¿Alguien intuye de qué va la asignatura?
Algunos, que querían impresionar al nuevo profesor, levantaron la mano. Él señaló a uno de ellos, quien de inmediato dijo que trataría del estudio de las leyes.
- Muy bien. ¿Alguien sabe para qué sirven las leyes?
La pregunta provocó varias respuestas. Para tener una sociedad organizada. No es exacto, dijo el profesor. Para que todos estemos obligados a cumplirlas. No. Para saber quiénes son los criminales. No… Y así, uno por uno… hasta que alguien dijo la palabra mágica que el profesor buscaba… Para que haya justicia.
-¡Ajá! Justicia. ¿Qué es la justicia?
La justicia es no permitir que se violen los derechos de los demás. Bien, ¿qué más?… La justicia sirve para regular las conductas de las personas. Bien, ¿qué más?… La justicia es buscar que cada persona obtenga lo que se merece.
- Bien, muchachos. Bien. Ahora díganme… ¿Ustedes creen que hice bien en expulsar a su compañero del aula? ¿Fue un comportamiento justo?
Silencio. Miradas de unos a otros.
- ¿Hice bien? ¿Sí o no?
- ¡Nooo!, gritamos convencidos y a la vez indignados.
- ¿Cometí una injusticia?
- ¡Sííí!, dijimos al unísono
- Y ¿por qué nadie dijo nada? ¿De qué sirven las leyes, las normas y los reglamentos si no tenemos el valor de aplicarlos? Todos estamos obligados a levantar la voz cuando vemos una injusticia. Ustedes y yo. ¡Nunca se queden callados!
Tras una breve pausa añadió:
- Que alguien vaya a buscar a Luis.
Silencio. Todos nos mirábamos con sonrisas idiotas. Alguien salió a buscar a Luis.
Esa mañana me enamoré de mi profesor de Introducción al Derecho”.
Esa es una lección que interpela. Esa es una lección que probablemente no se les olvide nunca. Ni a Luis ni a sus compañeros de clase. Si esa mañana el profesor hubiera repartido su programa de la asignatura y formulado, para su inevitable copia, unas definiciones teóricas tomadas de cualquier manual o de su propia cosecha, es probable que los estudiantes hubieran salido de la clase con las ideas claras sobre la epistemología de la asignatura, pero no se hubiese movido un ápice el compromiso de sus vidas con la mejora de la sociedad.
¿Alguien conoce una forma más contundente de explicar los objetivos de una asignatura?
La historia plantea la sutil diferencia entre mostrar y demostrar, una de las claves de la verdadera educación transformadora.
¿Para qué sirve aprender? Si hiciéramos esta pregunta a muchos alumnos es probable que algunas contestaciones se limitasen a decir: para aprobar. Respuesta que llevaría a una nueva pregunta: y, ¿para qué queremos aprobar? Para obtener un certificado. Y, ¿para qué queremos el certificado?… Encadenadas preguntas y respuestas de esta naturaleza, acabaríamos por concluir que ese estúpido juego no vale para nada. O, al menos, no sirve para tener una vida más digna y hacer una sociedad más justa.
Además del componente ético que encierra la anécdota, quiero hacer hincapié en otra cuestión importante. Me refiero a la capacidad del profesorado de captar la atención de los alumnos y alumnas. Eso que he llamado en alguna ocasión la capacidad de “poner una vaca púrpura en las clases”. Es decir, algo llamativo, algo extraordinario, algo que atraiga y provoque admiración y curiosidad.
Es más fácil entregarse a las rutinas y repetir lo que siempre se ha hecho y lo que muchos y muchas hacen. Como si nada nuevo hubiese sucedido. Como si fuera igual la Edad Media, que la galaxia Gutenberg, que la era audiovisual, que la era digital. Es decir, subirse a la tarima y pedir que los alumnos abran el libro por la página veinticinco. O, empezar a dictar apuntes. Como si no fuera más lógico dárselos fotocopiados o remitirles a una plataforma digital a la que podrían acceder desde sus casas. La capacidad de seducción resulta decisiva en la enseñanza.

SER DOCENTE ( II)

Ser docente (y II)

Dediqué el artículo de la semana pasada a rendir un homenaje a todos y todas las docentes. Hoy lo quiero continuar, retomando el hilo de aquel discurso.
El docente hace con los alumnos y alumnas lo que la primavera hace con los cerezos
Ser docente es importante:
Porque de su tarea depende el progreso moral de las sociedades. Dice Herbert Wells que “la historia de la humanidad es una larga carrera entre la educación y la catástrofe”. La solución a los problemas de la sociedad no está en los cuarteles, ni en los despachos ministeriales, ni en las industrias, ni en los bancos, ni en las multinacionales… Está en las escuelas. Está en las manos de los docentes.
Porque la vida de los educandos, en cierto modo, depende de su capacidad de entusiasmo y persuasión. Enseñar no es sólo una forma de ganarse la vida. Es, sobre todo, una forma de ganar la vida de los otros.
Porque el docente dedica su vida a luchar contra la ignorancia, la injusticia, la opresión, la desigualdad y el desamor.
Porque trabaja con “materiales” delicados, complejos y sublimes (de altísimo valor) como son las ideas, las expectativas, las emociones, los sentimientos, las concepciones, las actitudes, los motivos y los valores…
Porque es un profesional de la observación, de la escucha, del diálogo, de la negociación, de la paciencia, de la bondad y del encantamiento.
Ser docente es apasionante
Porque su tarea es intrínsecamente optimista ya que parte de este presupuesto básico: el ser humano puede aprender. La educabilidad se rompe en el momento que pensamos que el otro no puede aprender y que nosotros no podemos ayudarle a conseguirlo, dice Philippe Merieu.
Porque su trabajo está hecho de emociones y sentimientos. Corazones, no sólo cabezas en la escuela, clamaba en el título de uno de sus libros Alexander Neill.
Porque su tarea consiste en trabajar con personas y se realiza en equipo.
Porque, como dice Sthendal, es preciso desempeñar el oficio con pasión. Y el docente es un ser apasionado.
Porque su tarea es un reto permanente y una constante y renovada aventura.
Ser docente es hermoso:
Porque el docente hace con los alumnos y alumnas lo que la primavera hace con los cerezos.
Porque es una forma especial de estar en el mundo, de trabajar y de relacionarse con los demás..
Porque el docente tiene una radical independencia respecto al mercado del éxito y del fracaso.
Porque tiene verdadera autoridad, la autoridad del que ayuda a crecer, no el poder de quien aplasta, silencia, machaca, atemoriza, ridiculiza o castiga.
Porque es un mediador que da lo que recibe modificado por lo que ocurre en su vida y en su época.
Porque es un ser situado entre dos discípulos: el que fue y aquel al que enseña.
Porque rescata del contenedor de la basura de la sociedad conceptos como dignidad, nobleza, respeto, decencia y honestidad.
Porque trabaja con la mente, el corazón y el cuerpo de las personas con el fin de hacerlas más inteligentes, es decir más justas y más felices.
Ser docente es ser inmortal:
Porque su tarea no tiene fin. “Enseñar es un ejercicio de inmortalidad. De alguna forma seguimos viviendo en aquellos cuyos ojos aprendieron a ver el mundo a través de la magia de nuestra palabra… Por eso el profesor nunca muere”, dice Rubem Alves en su precioso libro “La alegría de enseñar”.
Porque el docente cosecha frutos en sementeras inmediatas y lejanas: frutos de aprendizaje, de gratitud, de imitación, de felicitación, de emociones. Basten, para mostrarlo y demostrarlo, tres botones de muestra:
Primer botón: El 19 de enero de 1824, estando en la cumbre de su gloria, Simón Bolívar le escribió desde Pativilca (Perú) una carta a su antiguo maestro. En ella reconoced que fue precisamente ese maestro que sembró en su corazón los anhelos y el compromiso por la libertad y la justicia, quien espoleó su corazón para lo grande y lo sacó de una vida frívola y sin sentido. Dice en esa carta:
“Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me señaló. Usted fue mi piloto, aunque sentado en una de las playas de Europa. No puede usted figurarse cuán hondamente se han grabado en mi corazón las lecciones que nos ha dado.: no he podido borrar siquiera una coma de las grandes sentencias que usted me ha regalado”.
Segundo botón: Albert Camus que, cuando niño, vivió en Argelia una vida de trabajos y pobreza y que gracias a su esfuerzo y su talento consiguió el Premio Nobel de Literatura, quiso reconocer en una famosa carta que todo se lo debía a un maestro especial, el señor Germain. Dice en la carta:
“Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que yo era, sin su esperanza y ejemplo, no hubiese sucedido nada de todo esto. No es que conceda demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generosos que usted puso en ello continúan siempre vivos en uno de sus pequeños escolares que, pese a los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido”.
Tercer botón: Frei Betto, miembro del primer Gabinete del Presidente de Brasil Lula da Silva, escribió una carta al fallecido Paulo Freire, antiguo profesor de Lula. Dice en ella::
“Fueron sus ideas, profesor, las que permitieron a Lula, el metalúrgico, llegar al Gobierno. Esto no había sucedido antes en la historia de Brasil y, quizás, en el mundo, excepto por la vía revolucionaria.. Hablo de la elección a Presidente de la República de un hombre que venía de la miseria, que enfrentó, como líder sindical, una dictadura militar y fundó un partido de izquierda en una nación donde la política pública siempre fue negocio privado de la élite…”.
Todos y todas podríamos presentar muchos testimonios emocionantes. El pudor hace que, muchas veces, no hagamos público el reconocimiento de nuestros alumnos y alumnas.
Hay una calle en la ciudad de Puerto Lápice que está dedicada a los maestros. Los que hoy son. Los que han sido. Los que serán. Es la CALLE DE TODOS LOS MAESTROS. En cada una de las ciudades del mundo, en el seno de cada familia y en cada corazón de los ciudadanos y ciudadanas debería figurar esta hermosa inscripción: A TODOS LOS MAESTROS. Ellos y ellas son el verdadero ejército de salvación de la humanidad. Un ejército pacífico, abnegado y silencioso. ¿Qué sería del mundo sin los docentes?

SER DOCENTE

Ser docente (I)

El gran magistrado Pericles, cuya personalidad marcó todo el siglo V antes de Cristo, hasta el punto de conocerse a éste como Siglo de Pericles, entendió de forma cabal la misión del maestro como forjador de la personalidad y la conciencia de los pueblos.
No sé lo que sería del mundo sin esta legión de trabajadores y trabajadoras del saber y de la bondad.
En cierta ocasión, mandó reunir a todos los genios y artistas que habían contribuido a engrandecer Atenas. Fueron llegando los arquitectos, loas ingenieros, los escultores, los guerreros que defendieron la ciudad, los filósofos que propusieron nuevos sentidos a la vida… Estaban todos allí, desde el matemático que descubría en el número el sentido helénico de la exactitud hasta el astrónomo que se asomaba al universo para contemplar la armonía de las estrellas. Pericles cayó en la cuenta de una ausencia notable: faltaban los pedagogos, personas muy modestas que se encargaban de llevar a los niños por el camino del aprendizaje.
- ¿Dónde están los pedagogos Preguntó Pericles. No los veo por ninguna parte. Vayan a buscarlos.
Cuando, por fin, llegaron los pedagogos, habló Pericles:
- Aquí se encontraban los que, con su esfuerzo, embellecen y protegen a la ciudad. Pero faltaban ustedes, que tienen la misión más importante y elevada de todas: la de transformar y embellecer el alma de los atenienses.
El pasado día 5 de octubre se celebró el Día Mundial del Docente. En estos tiempos en que su figura está tan machacada por la política educativa y tan poco valorada por la sociedad, quiero rendir un homenaje sincero y emocionado a quienes con su trabajo humilde y comprometido salvan la vida de las personas y hacen mejor la sociedad. Desde aquí rindo un sentido homenaje a los docentes ya que:
Ser docente es difícil:
Porque, inmerso en la cultura neoliberal donde prevalecen el individualismo, la competitividad, el eficientismo, la privatización, el imperio del mercado y el olvido de los desfavorecidos, el docente se dedica a cultivar la solidaridad, el saber, el respeto, la dignidad y la compasión con los más débiles.
Porque trabaja en contextos adversos proponiendo modelos por la vía de la argumentación que otros combaten con modelos presentados por la vía de la seducción.
Porque desarrolla una tarea de enorme dificultad como es hacer amar el conocimiento en una sociedad obsesionada con el dinero, el poder, el placer y la fama.
Porque la presión social es cada día mayor, esperándose de él y exigiéndole incluso, que responda a todas las necesidades de formación: la paz, el consumo, la imagen, la seguridad vial, la convivencia, el medio ambiente, los valores… Con escasa formación, por menor sueldo y con peores condiciones.
Porque frente a especuladores, demagogos, mercaderes y tiranos, el docente está del lado de la verdad, del amor y de la libertad.
Porque su tarea es cada día más difícil ya que los alumnos y alumnas tienen distractores muy potentes en los medios de comunicación, en internet, en la calle, en la discoteca, en las drogas, en el alcohol, en la delincuencia…
Porque a veces tiene que tratar de enseñar a quienes de ninguna manera desean aprender ni dejar, a toda costa, que otros aprendan.
Porque algunas familias entienden que el deber de los docentes es hacer toda la tarea que ellas no pueden, o no saben, o no quieren hacer en las casas.
Porque algunos padres y madres han perdido el rumbo y se han convertido en jueces, policías, espías o verdugos de los docentes.
Ser docente es complejo:
Porque su tarea es enormemente paradójica, ya que consiste en ayudar a que otros aprendan por sí mismos a pensar y a convivir. De que sean aprendices crónicos y autónomos. Dice Holderlin que los educadores forman a sus educandos como los océanos forman a los continentes: retirándose.
Porque en la sociedad de la información, en la que todo el mundo sabe que quien tiene información tiene poder, él y ella se dedican a compartir generosamente el conocimiento que poseen.
Porque para realizar esa compleja y sublime misión, la más delicada que se le ha encomendado al ser humano en la historia, recibe una preparación breve, retórica, y masificada.
Porque trabaja en instituciones cada día más complejas en las que existe disputa ideológica, presión social, regulación asfixiante y espacios incongruentes. “Los profesores son personas encantadoras que trabajan en lugares horribles”, dice Popkewitz.
Porque su excelsa profesión no está suficientemente valorada por los agentes sociales y por la ciudadanía en general. “Aquí el que sabe hace y el que no sabe enseña”, decía Bernard Show.
Escribe Manuel Rivas: “Ser enseñante no solamente requiere una cualificación académica. Un buen profesor o maestro tiene que tener el carisma del Presidente del Gobierno, lo que ciertamente está a su alcance; la autoridad de un conserje, lo que ya resulta más difícil y las habilidades combinadas de un psicólogo, un payaso, un disc jockey, un pinche de cocina, un puericultor, un maestro budista y un comandante de la Kfor. Conozco a una profesora que sólo desarmó a sus alumnos cuando demostró tener unos conocimientos futbolísticos inusuales, lo que le permitió abordar con éxito la evolución de las especies”.
Porque cada curso van sumando un año mientras sus alumnos y alumnas se mantienen en la misma edad que siempre han tenido, debiendo superar desajustes generacionales problemáticos.
Porque cada año, después de aprender a querer a sus alumnos y a ser querido por ellos, debe separarse de todos para empezar de nuevo el proceso de la conquista afectiva de otro grupo diferente.
Porque los conocimientos se multiplican vertiginosamente y él tiene el deber de estar al día o, incluso, en el día de mañana.
Porque, en otros oficios, el mejor profesional es el que mejor manipula los materiales con los que trabaja, pero en la docencia es el que más y mejor los libera.
No sé lo que sería del mundo sin esta legión de trabajadores y trabajadoras del saber y de la bondad. Para ellos y ellas mi respeto, mi admiración y mi afecto.

Pulgas amaestradas por M.A. Santos Guerra

Pulgas amaestradas

Si metemos varias pulgas en una pequeña caja de cristal, podremos ver cómo saltan sin cesar contra las paredes y el techo de la caja. Si después de un tiempo las sacamos de su encierro y las dejamos en libertad podremos ver que sólo realizan saltos como los que efectuaban dentro de la caja. Se han acostumbrado a los límites, se han habituado a unos esfuerzos recortados por la experiencia. Los amaestradores han condenado a las pulgas a su pequeño fracaso.
Si metemos varias pulgas en una pequeña caja de cristal, podremos ver cómo saltan sin cesar contra las paredes y el techo de la caja.
Algo parecido nos pasa a los humanos. Cuando nos acostumbramos a unos determinados límites nos sentimos incapaces de superarlos. Ni siquiera lo intentamos. Creemos que lo alcanzado es todo lo que podemos llegar a conseguir. El acostumbrarse al fracaso es una causa de la falta de estímulo. Las pulgas, dentro de la caja, se habitúan a unos saltos minúsculos que acaban por condicionar su futuro comportamiento.
En las metas que vamos proponiéndonos en la vida influyen mucho los logros que hemos alcanzado. Por eso es bueno facilitar la consecución de éxitos. No conviene habituar a los niños y a las niñas al fracaso. También es decisivo lo que los demás esperan de nosotros. Si nadie espera que seamos capaces de conseguir algo significativo, es fácil que no lo alcancemos. Resulta terrible esa condena al fracaso que algunos educadores y algunos padres o madres hacen sobre sus alumnos o hijos. “Tú nunca llegarás a nada”, tú jamás conseguirás algo importante”, “tú eres un inútil”, tú serás un fracasado”… Es fácil que esa persona, si no se rebela contra la profecía, si no la convierte en un reto, acabe siendo, efectivamente, un fracasado. Existen las profecías de autocumplimiento. Éste es su enunciado: “La profecía de un suceso suele convertirse en el suceso de la profecía”. Es así. Sucede incluso en el ámbito sociológico. Si anuncio, por ejemplo, que el próximo fin de semana habrá escasez de combustible en las gasolineras de Málaga, es probable que los conductores se lancen a conseguir provisiones causando una real carestía en ese fin de semana. La profecía del suceso de la escasez se convirtió en la realidad de la escasez.
He visto terribles profecías en las escuelas y en el seno de las familias. Me preocupa mucho que esas actitudes tengan lugar en las aulas porque quienes estamos pagados para ayudar a crecer (educadores, impulsores del crecimiento intelectual y moral) estaríamos utilizando nuestra autoridad para poner sobre los hombros de nuestros alumnos o alumnas una montaña de desaliento.
Algunas veces las profecías van dirigidas a todos los alumnos y alumnas de la clase. “Vuestro grupo nunca conseguirá nada importante”, “vosotros sois demasiado torpes para llegar lejos”, “nunca he visto un grupo tan malo”… A veces, a un grupo pequeño. En ocasiones solamente a un alumno o alumna, que se convierte en el chivo expiatorio de la amargura, del pesimismo o del sadismo del educador. No sé cómo no escarmentamos después de las muchísimas equivocaciones de las que hemos sido protagonistas o testigos. Hay ejemplos célebres. Evaluando la primera prueba de Fred Astaire ante la cámara un ejecutivo de un estudio de cine dijo: “No sabe actuar. No sabe cantar. Ligeramente calvo. Baila un poco”. Qué vergüenza. He oído decir con amargura a muchas personas que hoy están en puestos de relevancia social que tuvieron algunos profesores que les condenaban injusta e imprudentemente al fracaso. Guardan de ellos una triste memoria.
Las chicas suelen ser objeto de profecías (a veces invisibles e impronunciables) de autocumpliento. Por el hecho de ser mujeres se les supone una menor valía, una menor ambición o una menor capacidad de esfuerzo y, en consecuencia, se les marcan unas metas menos ambiciosas, se les plantean como deseables carreras de menor prestigio, dificultad o categoría social.
Los discapacitados son destinatarios también de algunas de estas premoniciones desalentadoras. Si pensamos y les decimos que no aprenderán nada, que nunca serán capaces de tener éxito, acabarán fracasando.
A veces es todo un país quien es objeto de esa profecía maldita. Me ha contado un profesor universitario argentino algo que le pasó cuando visitó España invitado, con otros profesores y periodistas de diversos países, por el señor Fraga, entonces Ministro de Información y Turismo. Ante la pregunta suya de cuándo iba a llegar a España la libertad de prensa, el señor Ministro contestó: “Desengáñese, los españoles no están hechos para vivir en libertad”. Es decir, que pensaban (y nos decían) que no éramos capaces, que no teníamos los genes de la democracia, que necesitábamos mano dura y buenos censores (qué binomio de términos contradictorios). Muchos llegaron a creérselo. Lo oí decir muchas veces: “Los españoles no estamos hechos para la libertad”.
El problema de partida está en los “profetas malditos” o en los “malditos profetas”. Y cobra fuerza cuando el destinatario o destinataria de la profecía acaba creyéndosela. Cuando la hace suya. Porque si se rebela contra ella, si la convierte en un estímulo, si saca de ella el coraje necesario para vengarse de los tristes deseos de su profeta, el problema está solucionado.
La profecías malditas nacen de la torpeza y del desamor de quien las hace. El hermoso libro de Alice Calaprice “Querido profesor Einstein” nos muestra la tierna relación del científico con los niños y las niñas a través de la correspondencia. Se puede comprobar cómo les alienta y anima. Porque los quiere. Él mismo fue un alumno con problemas. Se lo cuenta a Bárbara, una niña de 12 años, que le confiesa sus problemas con las matemáticas: “Me encantó tu amable carta. Hasta el momento no me había planteado ser un héroe, pero puesto que me has designado como tal, ahora siento que sí que lo soy… No te preocupes por tus dificultades en matemáticas: puedo asegurarte que las mías eran aún mayores”. Los alumnos aprenden de aquellos profesores a los que aman.
Hay que acabar con las profecías (y, sobre todo, con las autoprofecías) de cumplimiento. A quien construye cajas para sus prójimos quiero recordarles que están limitando injustamente el desarrollo de forma quizá inconsciente, pero muy real. A quienes son encerrados en ellas quiero decirles que no hay mayor opresión que aquella en la que el oprimido mete en su cabeza los esquemas del opresor.
Una madre desesperada me ha escrito esta mañana: ¿Cómo pueden unos padres que quieren a su hijo sobrellevar esta tortura e intentar protegerle de esta máquina de empequeñecer y anular la creatividad de los seres humano que es la escuela? Tremenda pregunta. Porque esa máquina que corta las alas es la que tiene la tarea de enseñar a volar.
Acabo de leer el libro de Fernando Alberca (décimo primera edición en dos años) que tiene este significativo título: “Todos los niños pueden ser Einstein”. El subtítulo aclara muy bien el contenido: “Un método eficaz para motivar la inteligencia”. Es una invitación a destruir la caja limitadora que constriñe las aspiraciones, recorta las posibilidades y destruye los sueños.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Cuentos chinos ( español-chino)

Este cuento lo han leído dos niños chinos, en español lee Haoran que ha aprendido a leer este año y en chino su hermano mayor Hao.  Han ensayado en clase y con su madre en casa.
Felicidades

Tiken Jah Fakoly - Ouvrez Les Frontières ft. Soprano

Muestra de directoras africanas: Ellas son cine

La Fundación Mujeres por África presenta esta muestra enmarcada en la exposición que, bajo el título “Fundación año 1”, dará cuenta de la actividad desarrollada durante su primer año de vida. El objetivo es reconocer la contribución fundamental que realiza la mujer en este continente, Mujeres por África organiza esta muestra de películas provenientes del Magreb y África Subsahariana.
Aunque la presencia de las mujeres en la historia del cine africano no ha sido muy numerosa, sus películas han marcado un signo de identidad, de resistencia, de reivindicación de sus derechos a partir de una urgencia por expresar su propio pensamiento en cinematografías y sociedades dominadas por la mirada y el poder de los hombres. Como veremos reflejado en las películas que conforman este ciclo, no se trata sólo de utilizar el cine para afrontar cuestiones sociales de dramática actualidad, sino también de crear un lenguaje personal y original a través del cual arrojar luz sobre los argumentos, liberándolos de este modo de estereotipos.
Même pas mal, de la tunecina Nadia El Fani, es una llamada a la tolerancia, la libertad de expresión y la lucha contra los extremismos. Yema, de la argelina Djamila Sahraoui, cuenta la historia de una madre que se debate entre el amor por sus dos hijos: uno militar y otro islamista. Dos extremos en los que se ha movido y se mueve el drama de Argelia.
La tunecina Raja Amari en su película Dowaha, cuenta una historia de madres e hijas sometidas para poner de relieve la necesidad de la emancipación y la rebeldía.
La marroquí Leïla Kilani expone en su film Sur la planche, la fuerza social que arrastra a la delincuencia a dos chicas jóvenes que luchan por sobrevivir en la ciudad de Casablanca.
La nuit de la verité, de la burkinabesa Fanta Régina Nacro, trata de las consecuencias de una guerra entre grupos étnicos y la necesidad urgente de poner fin al odio visceral que mina la posibilidad de una convivencia pacífica entre los habitantes de un mismo país.
Imani, realizada por Caroline Kamya, de Uganda, retrata las duras condiciones de vida de tres personajes: un niño soldado, una trabajadora doméstica y un cantante de hip hop, para examinar la sociedad ugandesa contemporánea: los efectos de la guerra, la violencia doméstica, la corrupción, la traición, el sacrificio y la esperanza. Por aqui tudo bem, dirigida por la angoleña Pocas Pascoal, aborda uno de los principales problemas que la guerra civil impuso en el país: el del exilio. Millares de angoleños que arribaron a Lisboa en condiciones de extrema precariedad, dejando atrás familias fracturadas, teniendo que construir una nueva vida en un lugar desconocido y extraño.
Comisariado por: Guadalupe Arensburg.
Coordina: Mujeres por África
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FechaTítuloTipo
Mi29.Mayo
Llamada a la tolerancia, la libertad de expresión y la lucha contra los extremismos.
Tipo de evento:Audiovisuales
Vi31.Mayo
Una madre que se debate entre el amor por sus dos hijos: uno militar y otro islamista.
Tipo de evento:Audiovisuales
Lu03.Junio
La fuerza social que arrastra a la delincuencia a dos chicas jóvenes que luchan por sobrevivir en la ciudad de Casablanca
Tipo de evento:Audiovisuales
Mi05.Junio
Una historia de madres e hijas sometidas para poner de relieve la necesidad de la emancipación y la rebeldía.
Tipo de evento:Audiovisuales
Lu17.Junio
Narra las consecuencias de una guerra entre etnias, y la necesidad de poner fin al odio.
Tipo de evento:Audiovisuales
Mi19.Junio
Las duras condiciones de vida de tres personajes examinan la sociedad ugandesa contemporánea.
Tipo de evento:Audiovisuales
Lu24.Junio
El exilio de los angoleños tras la guerra civil. Coloquio con la directora
Tipo de evento:Audiovisuales

martes, 28 de mayo de 2013

Mariam Hassan, la voz del Sáhara

Mariam Hassan canta desde el Sáhara

En 2005, Mariem Hassan debe hacer frente a un cáncer de mama. La angustia del momento previo a la operación, la resuelve componiendo este sentido tema que daría nombre a su disco Deseos. Es operada en Barcelona y consigue salir del peligro. Años más tarde, durante la grabación del vídeo y revivir el momento en los campamentos de refugiados en el Sáhara argelino, la emoción se desborda.

Saharauis

lunes, 27 de mayo de 2013

Agnaes Agbotton

El retorno

Aminata Traoré

Aminata Traoré es Una de las voces Mas respetadas Por La comunidad africana. FUE ministra de Cultura y Turismo de la República de Malí Entre 1997 y 2000 y ACTUALMENTE coordina el Foro Otro Mali. In this Entrevista Concedida la Casa África, Traoré nep habla de la Independencia de Mali 50 Años Después, de la Ayuda al Desarrollo y de las Consecuencias de la crisis Económica en África. http://www.casafrica.es/ · http:/ / facebook.com / Casa.Africa · http://twitter.com/Casaafrica

jueves, 23 de mayo de 2013

El maestro saharaui


"El maestro saharaui" (retrato de la solidaridad entre Cuba y el Sáhara) [Vídeo]

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Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos

[Img #18053]   Estreno, este lunes 20 de mayo, en el Club Prensa Canaria - 20 h. (Calle León y Castillo, 39 - Las Palmas de Gran Canaria)


SINOPSIS:


   El Maestro saharaui nos propone un paseo por la lucha y el internacionalismo que unen al pueblo saharaui con Cuba, a través de los ojos y las vivencias de los y las jóvenes del Sáhara Occidental que han estudiado o estudian en el país caribeño (unos 10 mil desde 1976).  Este documental narra la cotidianidad de estos estudiantes, en un viaje de ida y vuelta, que no deja espacio a la indiferencia.


   El Maestro saharaui, del director españolNicolás Muñoz,que estará presente en el acto, llega a Las Palmas para su estreno, tras ser presentado en la IX Edición del Festival Internacional de cine del Sáhara, FISÁHARA 2012, la Mostra de Cine Latinoamericano de Lleida o el Festival Internacional de Cine de Murcia (IBAFF) donde el pasado marzo fue galardonado con el Premio al Mejor Largometraje Documental.  



somos

Kuchu

ME LLAMA Kuchu TRAILER En Uganda, un nuevo proyecto de ley amenaza con convertir la homosexualidad castigado con la muerte.David Kato - primer hombre abiertamente gay de Uganda - y sus compañeros activistas trabajan contra el reloj para vencer a la legislación, mientras que la lucha contra la cruel persecución en su vida diaria. Pero nadie está dispuesto por el asesinato brutal que sacude su movimiento hasta la médula y envía ondas de choque en todo el mundo. Dirigida por Katherine Fairfax Wright y Malika Zouhali-Worrall

Kuchu, cine documental


´´Kuchu``, la lucha por los derechos de los homosexuales en Uganda

Actualidad VivaLeBio - Cultural
El Documental del Mes presenta estos días en numerosas salas españolas el último testimonio del activista David Kato por la reivindicación de los derechos de los homosexuales en Uganda antes de ser brutalmente asesinado en enero de 2011. La Lucha de un colectivo oprimido en un país en el que el 95% de la población es homófoba. Un film premiado en el Festival de Cine de Berlín 2012
Imagen del film ´´Kuchu``

´´ Durante nuestros primeros días en Kampala, el parlamentario David Bahati nos avisó: << No hay ningún debate en Uganda sobre si la homosexualidad está bien o no, no lo está>>. Partiendo de lo que sabíamos sobre la propuesta de ley contra la homosexualidad, que establecía pena de muerte para seropositivos homosexuales y penas de prisión para cualquiera que no delate a un conocido homosexual, estuvimos tentadas de creerlo. Pero el activista David Kato nos mostró una realidad muy diferente.`` (Malika Zouhali-Worrall y Katherine Fairfax Wright, directoras del film)
En 2009,  el diputado David Bahati presenta un proyecto de ley contra la homosexualidad en Uganda que propone cadena perpetua para las relaciones entre personas del mismo sexo, y pena de muerte, si hay agravantes, siendo considerado como agravante la reincidencia. Colaborar con la comunidad homosexual o hacer la prueba del Sida, por ejemplo, se castiga con 7 años de cárcel. Cualquier ciudadano que conozca a una persona  homosexual y no la denuncie en el plazo de 24 horas, puede ser condenado a 3 años de prisión...
La consideración de la homosexualidad como delito en África fue introducida por Occidente. La legislación propuesta en Uganda se inspira en las ideas de líderes evangélicos norteamericanos que advertían de un movimiento internacional que estaba decidido a propagar la homosexualidad en el mundo. Difundieron la petición para detener el supuesto "reclutamiento" de los jóvenes a la homosexualidad y miles de familias ugandesas la firmaron y  llevaron al parlamento.
Entre las personas que más han luchado contra ese proyecto de ley destaca David Kato, el primer hombre abiertamente gay en Uganda, y uno de los activistas más inspiradores de la causa del colectivo LGBT en África Oriental. Este documental nos muestra su último testimonio antes de ser brutalmente asesinado en enero de 2011 en su casa.
´´Kuchu`` ( término popular con el que se denomina el colectivo lésbico, gay, bisexual y transexual (LGBT) en Uganda) nos trae el retrato de una lucha contra la violación de los derechos humanos y por la voluntad de cambiar el destino de los kuchus en África, pues como David Kato declara "si nos seguimos escondiendo, dirán que no estamos aquí".
Sobre las directoras:
Malika Zouhali-Worrall trabaja como periodista de prensa escrita y audiovisual en el Financial Times y la CNN. Ha trabajado para la CNN de India, Uganda, China y EEUU sobre temas de política, tecnología y derechos del colectivo LGBT. Malika se graduó en la Universidad de Cambridge y tiene un Máster en Relaciones Internacionales del Instituto de Estudios Políticos de París.
Katherine Fairfax Wright se graduó en la Universidad de Columbia con una doble licenciatura en Estudios de Cine y Antropología. Ha trabajado como productora en varias películas y ha sido premiada como directora de fotografía. Es considerada uno de los 25 nuevos rostros del cine independiente de 2012 por la revista Filmmaker Magazine de EEUU.
Premios y festivales• Mejor Film Internacional - Hot Docs, Toronto, 2012
• Sección Oficial Festival de Cine de Berlín, 2012
o Premio Teddy Bear por Mejor Documental
o Premio Cine Fairbindet
• Premio de Amnistía Internacional por los Derechos Humanos - Festival de cine de Durban, Sudáfrica, 2012
• Premio del público - Festival Internacional de Cine Gay y Lésbico de San Francisco, 2012
• Premio Mejor Documental - Festival Internacional de Cine Gay y Lésbico de Austin, 2012
• Mención especial - Festival Antenna, Sídney 2012.

ESTRENO SIMULTÁNEO ONLINE EN CASTELLANO EN EL PORTAL FILMIN (WWW.FILMIN.ES) Y EN CATALÁN EN ARA FILMS (FILMS.ARA.CAT)