POEMA DE PEDRO GARCÍA CABRERA
DESCENDIENTE DE LA MAR
No soy de una ciudad.
Pertenezco a la mar.
Cunas de agua,
sonajeros de islas,
peninos de rumores
y compás de gaviotas.
Esto es la herencia
de mi sangre en vilo.
Estoy empadronado en las tormentas
que identifican mi carné de hombre.
Soy un manumitido
de las tierras del llanto
y hasta me reivindican las espumas
ciudadanías de pureza.
Y voy sin llaves.
Aborrezco las puertas y las rejas.
Y aún en medio de los desencantos
ando en mis rebeldías
de volver a nacer en los que amo.
No soy de una ciudad.
Pertenezco a la mar.
Cunas de agua,
sonajeros de islas,
peninos de rumores
y compás de gaviotas.
Esto es la herencia
de mi sangre en vilo.
Estoy empadronado en las tormentas
que identifican mi carné de hombre.
Soy un manumitido
de las tierras del llanto
y hasta me reivindican las espumas
ciudadanías de pureza.
Y voy sin llaves.
Aborrezco las puertas y las rejas.
Y aún en medio de los desencantos
ando en mis rebeldías
de volver a nacer en los que amo.
Pedro García Cabrera
Valle Gran Rey, 1-VIII-75
Nodriza de mi voz (1967-1980)
Valle Gran Rey, 1-VIII-75
Nodriza de mi voz (1967-1980)
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