sábado, 28 de marzo de 2020

FUNERAL DE HANZADA AL ZUHRI

HANZADA AL ZUHRI
 13.3. 2012 Damasco SIRIA
27 marzo 2020 Oviedo España

Hoy en la funeraria Santa Teresa alas 11:30 su madre y su tío acompañados por el imán darán lugar al ritual de despedida y cuidados de su cuerpo solos.
A la 13:30 su cuerpo será enterrado en el Cementerio de Oviedo en la parte de los musulmanes.

Ella ya está en el Paraíso.

Ruego a la comunidad a aquellas personas que quieran acompañar a esta familia, y dada la situación de encierro en que vivimos encuentren la forma de mostrar su afecto para tratar de sobrellevar el dolor tan profundo que supone perder a una hija.



Acabo de enviar mi pésame por escrito a la familia a través de la web de la funeraria.

  He escrito esto, lo comparto porque no sé si les llegará hoy y os animo a escribir y enviárselo.


Hanzada vivirá en nuestros corazones siempre. y su muerte no será en vano, Hanzada llegó al mundo dos días antes de que estallase la guerra en su país en Siria, Nació en Damasco y llegó hasta Oviedo donde dejó este mundo tras un largo camino en el que sufrió el atropello, la violencia que han vivido los refugiados que se han visto forzados a dejar su país. Esta ya con Alah en el paraíso  porque los niños y los almas puras van allí directamente.  Ella nos deja una lección: los que pensamos diferente podemos unirnos a su alrededor., alrededor de una causa justa como fue ella, y dejar que su infancia no le fuera arrebatada del todo, apesar de esa enfermedad que le arrebató su infancia transformando su cuerpo en una adolescente a una velocidad vertiginosa, despiada con tan solo ocho años. Ocho, es el infinito, y dejo en su octavo año de vida sus enseñanzas, porque ella era una maestra y en su horizonte estaba ser abogada para defender al mundo. Siempre dio lo mejor de sí, siempre se preocupó por los que la rodeaban, por compartir lo que tenía, y su mirada inocente nos reconfortará.
Vivirá en nuestro corazón y su voz no podrá ser silenciada. Palpita en los actos amorosos y generosos.

A los que están en la Felguera les rogaría que enviasen ala familia algo de comer en estos días, al menos los tres primeros para que puedan llorar y hacer su duelo siguiendo su cultura, sus costumbres. 
Recemos por ella y su familia
HANZADA  VIVIRÁ EN NUESTRO CORAZÓN
DOY GRACIAS POR HABER TENIDO EL PRIVILEGIO DE CONOCERLA Y HABERLE DADO UN ESPACIO Y TIEMPO EN MI VIDA.
Tu profe Encarna 

Preparar al difunto en el funeral

PREPARAR AL MUERTO PARA SU FUNERAL


Es necesario saber como preparar al muerto para su oración funeral.

1. Si se confirma la muerte de una persona, deben cerrársele los ojos.

2. Al comenzar a lavar al muerto se deben cubrir sus partes privadas, luego levantarlo levemente y apretar suavemente su estómago, luego quien le bañe debe cubrir sus manos para limpiar los excrementos. Después se inicia la ablución (wudu') semejante a la ablución para orar, luego se lava su cabeza y barba con agua perfumada. Luego se lava el lado derecho y tras ello el izquierdo. Esto se efectúas dos veces o tres veces, en cada ocasión apretando suavemente el estómago; si sucede que excreta alguna sustancia, tal orificio debe ser tapado, con algodón o elemento semejante. Repita la ablución, pero si el cuerpo no se encuentra completamente limpio, entonces lávelo cinco o hasta siete veces. Luego debe secarlo con una tela y perfumar sus axilas y los lugares del cuerpo sobre los cuales hacía su postración. Luego perfume su mortaja con incienso, si tiene largos su bigote o uñas entonces córtelos, y péinelo. En cuanto a la mujer se debe arreglar su cabello a los costados y dejarlo suelto por detrás.

3. Cubrir al difunto: Lo mejor es amortajar al hombre con tres telas blancas de algodón que no sean una camisa o un turbante, ni tenga pliegues. Pero no hay inconveniente si se lo debe amortajar con una camisa, una falda y un lienzo blanco. La mujer debe amortajarse con cinco telas: pueden ser un camisón, un velo, un lienzo blanco, y dos lienzos blancos por encima. Se cubre al niño con una o hasta tres telas. Se cubren a los jóvenes con una camisa y dos lienzos
blancos.

4. Es el derecho de toda persona que sea lavado, orado por él, y enterrado por aquella persona que haya legado, en orden sigue su padre, su abuelo y los parientes. Los que tienen prioridad para lavar a la mujer son: aquel que ella haya legado, luego su madre, su abuela, y por último susparientes mujeres más cercanas. Los esposos se pueden lavar uno al otro. Esto es aceptable
porque Abu Bakú (RA) fue lavado por su esposa; y Alí (RA) lavó a su esposa Fatimah.

5. La oración funeral:

Se comienza con el Takbir (Allahu Akbar) y la recitación de Sura Al Fatihah; se puede también recitar otra Sura corta, o uno o dos versículos, acorde al Hadiz narrado por Ibn Abbas (RA). Luego del segundo Takbir, se ruega paz y bendiciones de Allah por el Profeta (SWS) tal como se hace durante el Tashahud en la oración.  Luego del tercer Takbir se reza:

¡Oh Allah! Perdónanos y a nuestros muertos, a los aquí presentes y a los ausentes, pequeños y grandes, hombres y mujeres.
¡Oh Allah! A quien des vida hónralo con el Islam, y a quién se la quites que muera creyente.
¡Oh Allah! Perdónalo y ten misericordia de él. Concédele bienestar y absuelve sus faltas. Honra su morada, y haz amplia su tumba. Purifícalo con agua, hielo, y granizo de sus pecados como se purifica la prenda blanca de la suciedad. Ingrésalo al Paraíso y protégelo del castigo de la tumba y el tormento del fuego.
¡Oh Allah! No nos vedes la recompensa de estas súplicas y no permitas que nos extraviemos.

>>Allahumma aghfirl haiinaa wa maiitanaa, wa shaahidina, wa ghaibinaa, wa saghiirina, wa kabiirina, wa dhakarina, was anaazana. Allahumma man ahiaithu minna faahiahu 'alal islaam, wa mam taufaiitahu fatawaffahu 'ala al iman. Allahumma aghfirlahu, wa arhamhu, wa 'aafahu, waa’fii anhu, wa akrim nuzulahu, wa wasi' mudjalahu, wa a'gsilhu bi maain waz zalyi wal barad, wa naggihu min al dhunubi wa al Jataaia kama iunagaa al zauba al abiadu min ad
danas, wa abdilhu daran Jairan min darahu, wa ahlaan jairan min ahlahu, wa
adjilhu al yannah, wa u 'idhuhu min 'adhabu al qabri wa 'adhaabun naar, wa afsah lahu fi qabrihi wa nawir lahu fihi, Allahumma la tahrimnaa ayrahu, wa la tudil-lanaa ba'dahu.<<

Luego se pronuncia el cuarto Takbir y tras ello el Taslim una sola vez hacia la derecha.Es recomendable levantar las manos en cada Takbir. Si el muerto es un niño o un feto, la súplica es:

¡Oh Allah! Recompensa a sus padres por tener paciencia, y haz de su hijo un intercesor por ellos ante Ti, y acepta su intercesión.

¡Oh Allah! que la paciencia y resignación de sus padres ante este dolor pese en su balanza aumentando su recompensa. Cuéntalo entre los buenos creyentes y ponlo bajo la protección de

Abraham. Resguárdalo con Tu misericordia del tormento del Infierno

>>Allahumma ay ‘alhu faratan wa dhujran li waalidaihi, wa shafii'an muyaaban. Allahuma zaqqil bihi mawaziinahuma, wa a'dhim bihi uyuurahumaa, wa al hiqq hu bisaalih al mu'minin, wa ay'alhu fi kafaalat Ibrahiim wa qihi birahmatika ‘adhabal yahiim.<<

La Sunnah es que el Imam se pare a la cabeza del difunto hombre, y al medio si es mujer. Si hay un niño hombre y la oración funeral es múltiple, el niño debe ser colocado delante de la mujer, pero si es una niña luego de ésta. La cabeza del niño debe ser colocada a la altura de la cabeza del hombre, y la mujer debe ser colocada de tal manera que su estómago coincida con la cabeza
del hombre. Si entre los difuntos hay una niña, su cabeza debe ser colocada a la altura de la mujer.

Los orantes deben situarse detrás del Imam, a menos que sea sólo uno, debiendo pararse a la derecha del Imam. Todas las alabanzas pertenecen únicamente a Allah. Que la Paz y las bendiciones sean con el Profeta Muhammad (SWS) su familia y compañeros.


Los funerales de los musulmanes vistos por los cristianos

¿Por qué entierran de forma tan particular a sus difuntos?

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El ritual de enterramiento islámico es bien distinto del católico

¿Existe un modo particular en que los creyentes musulmanes den sepultura a sus fallecidos? Sí. Los musulmanes poseen un ritual específico para enterrar a sus fallecidos. Y en gran medida responde a su concepto sobre la muerte y las condiciones en que la persona ha de presentarse ante su Creador. Y este procedimiento difiere en varios aspectos del modo en que los católicos solemos hacerlo.
El enterramiento musulmán está  muy unido al concepto que tiene de la muerte. Por este motivo, recomendamos acudir al texto publicado sobre el sentido de la muerte en el Islam.
El lugar donde agoniza y entrega la vida a Dios es un espacio que se impregna de cierta bendición divina (baraka). Es el espacio donde nace la fecundidad, el sentido trascendente que significó la vida del fallecido. Al morir, es lavado y envuelto en un lienzo limpio y blanco. Después de una sencilla oración, se le da sepultura, sin caja y en contacto con la tierra, para que el agua llegue a su cuerpo. Porque el agua es concebida como Misericordia Divina (rahma), porque sobre la tierra se planta la vida. Enterrar a un fallecido es uno de los últimos servicios que se le puede prestar, además de una oportunidad para recordar su existencia.
El Ritual
  1. El ritual de enterramiento musulmán consta de tres partes. En primer lugar, la ablución funeral (al-Ghusul). Bañar el cuerpo del fallecido es un acto obligado. Es un modo de presentarse a Dios en estado de pureza, dignamente. Debe ser realizado por alguien iniciado, del mismo sexo del fallecido y que también se haya purificado. En este primer momento, una vez desvestido, se cubrirán sus partes íntimas. Después, diciendo “en el nombre de Dios y según las enseñanzas de su Mensajero” (Bismillah ua ‘ala millati  Rasulillah) se procede a ir limpiando el cuerpo, envolviendo la mano con tela. De arriba hacia abajo: cabello, cara, pecho estómago, piernas y pies. Desde su parte derecha a la izquierda. En un número de tres a cinco veces. Si es una mujer, su pelo quedará recogido con 3 trenzas a su espalda. Una vez limpio, se untarán aceites o perfumes y se cubriráel cuerpo con una sábana.
  2. En un segundo momento, se procede a la envoltura del cadáver en la mortaja (al-Kafan). Ésta consta de 3 sudarios blancos que deben ser nuevos, sin ornamento y estarán perfumados de incienso. Con una dimensión aproximada de 2’5m x 1’5m. Una vez colocados uno sobre otro, se procederá a poner encima el cuerpo. Una de ellas, se rasgará para introducir la cabeza, quedando una túnica (qamees) que le cubrirá hasta las rodillas. Las dos restantes, envolverán el cuerpo, quedando ajustados con piezas de hilo: dos en el cuerpo, una sobre la cabeza y otra a sus pies.
  3. Finalmente, se procede a dar sepultura (al-Dafan) y a la ceremonia religiosa. Por regla general, el funeral será sencillo. El cuerpo es trasladado en un ataúd de madera, preferentemente sin tapa. Una vez en el cementerio, se traslada hasta el borde de la tumba y se retira el ataúd. Se soltarán los hilos del sudario y el cuerpo quedará depositado en la tierra, apoyado en su lado derecho, pegado al muro de la sepultura y con la cara mirando a la Meca. Después será cubierto con ladrillos o piedras.
Entre sus allegados, en pie, seguirán la Takbira o plegaria iniciada por el imán: Dios es grande (Allahu Akbar). Los asistentes, responderán con la oración conocida como Fatiha (“la que abre”). Primera de las azoras o en que está dividido el Corán: “en el nombre de Dios, Clemente, Misericordioso. Alabado sea Dios, Creador del Universo. Clemente, Misericordioso.  Soberano en el Día del Juicio. Sólo a Ti adoramos y de Ti imploramos ayuda. Guíanos por el sendero recto. El sendero de quienes agraciaste, no el de los execrados ni el de los desviados. Amén”. Tras recibir el pésame (at-ta‘zia), sólo quedará conmemorar los 40 días del fallecimiento, reuniendo a familiares y amigos, que en su recuerdo, recitarán el Corán durante 3 noches.
Y así queda cumplido: “de la tierra os creamos, a ella os retornaremos y de ella os haremos surgir otra vez” (Qur. 20, 55)

Protocolo para los funerales islámicos

Normas para los funerales en el Islam. Ritos y ceremonial

Las honras fúnebres en el Islam

Glorificado sea Dios, Creador del universo, Amo y Señor absoluto de este mundo y del mundo de la eternidad. A Él damos las gracias por habernos hecho musulmanes, y hacer de los musulmanes una comunidad coherente.
Las normas que seguimos, los modelos que proponemos y ejecutamos, y los ritos que practicamos, son elementos que nos distinguen y dotan de una personalidad propia, por lo tanto, conocerlas es un deber y practicarlas es la forma más sincera y amena de exteriorizar nuestro convencimiento absoluto de esta gran Doctrina y de nuestra pertenencia a la Umma Islámica (Comunidad Islámica).
El Islam, dada su condición de religión universal y misionera, no omite facetas de la vida sin tratar y legisla preceptos para desarrollar nuestra actitud ante ella, sin dejar librado ningún vacío legislativo, ni permite copiar legislaciones ajenas.
El hecho de nacer y el hecho de morir, son dos facetas vinculadas. Una trae la felicidad, mientras la otra, deja tras de sí tristeza y dolor.
El comienzo de la vida, para un musulmán, es la difusión del alma en el embrión humano. Desde ese preciso momento, la vida terrenal transcurre en etapas, teniendo cada cual su mundo, sus vivencias, sus goces y sufrimientos. El paso de un mundo a otro siempre va acompañado de una sensación de temor, temor a lo desconocido, lo incierto y lo inusitado.
El recién nacido deja el claustro materno en pos de nuestro mundo con un grito, el que no sabemos si es un grito de socorro, por haberlo extraído de un mundo donde disfrutaba de toda clase de protección y bienestar, o es un grito de alegría por haberlo liberado de un mundo limitado hacia otro más amplio y más variado.
El Islam, dada su condición de religión natural (Din al Fitra), permite expresar estados de ánimo, siempre que sean en forma moderada, pero advierte contra los excesos.
El realismo que caracteriza a la Doctrina Islámica hace de la muerte un escalón difícil, una especie de sendero que conduce hacia la gloria, en otras palabras, la muerte para un musulmán es un suceso triste y penoso, pero no catastrófico.
El llanto por la muerte de un ser querido es una manifestación sincera e innata de nuestros sentimientos, por lo tanto es imposible contenerlo totalmente, pero si es posible aliviarlo y moderarlo. Por otra parte, el Islam, dada su condición de Doctrina basada en la justicia y la equidad, condiciona la salvación a la obra y actitud personal de cada ser viviente que es, en definitiva, la suma del bien y del mal, realizada a lo largo de su vida mundana. Ser musulmán no es un salvoconducto hacia el paraíso.
Después de la muerte física, habrá un juicio y un veredicto, luego una condena justa o un premio merecido, y en último caso el Soberano tendrá la última palabra, confirmar la condena, rebajarla, u otorgar su amnistía a quién Él designe.
En este breve compendio trataremos de exponer, muy sucintamente, el comportamiento posible en estos casos, como así mismo las actitudes por parte de sus familiares, seres queridos y del resto de la comunidad.
Es necesario que cada uno de nosotros "programe" su propia muerte en la mejor escena posible, para que ésta sea lo menos traumática, para nosotros mismos como para nuestros allegados, herederos y seres queridos. Es algo así como prepararse para realizar el largo viaje; saldar las deudas, despedirse de los seres queridos, documentar nuestro testamento, recomendar y aconsejar a nuestros descendientes, etcétera.
Todo el equipaje permitido será solamente la obra personal, todo lo que pueda ser una obra benéfica, un legado cultural o un hijo virtuoso que implore la clemencia divina para con sus padres.
Sabemos que "toda alma probará el sabor de la muerte"y también que la comunidad musulmana se distingue de las demás por sus normas de vida específicas, que cada uno de nosotros tiene la obligación de conocer y de obrar en consecuencia; ya sea en los momentos difíciles como en los de felicidad.
Ciertamente hay normas y formalidades propias de nuestra tradición para con el musulmán fallecido. Bañarlo, amortajarlo, rezar por él y finalmente sepultarlo según las enseñanzas del Corán y de la Sunna (tradición de nuestro Profeta Muhammad).
Es nuestro propósito en este trabajo hacer conocer a nuestra comunidad todo cuanto rodea a estas normas y advertirle contra innovaciones y supersticiones que muchas veces prevalecen y distorsionan nuestra tradición.
También aludiremos a la ética y al sentido del pésame, a las visitas a los cementerios, al testamento etc., intentando con ello resumir lo esencial que debe conocer un miembro de nuestra comunidad.
El Islam, dada su condición de religión natural (Din al Fitra), permite expresar estados de ánimo
Esta comunidad, en el lugar del mundo donde se encuentre, tiene la obligación colectiva de despedir ritualmente a quienes se nos anticiparon hacia la otra vida. Este adiós debe abarcar el tiempo anterior, durante y posterior al hecho de la muerte. Es nuestra responsabilidad dar testimonio de este acto con respeto, solemnidad y condolencia.
Apelamos a los guías religiosos y a los responsables de las respectivas Entidades Islámicas, para que a través de sus encuentros con la comunidad, difundan estas normas con explicaciones detalladas, y con la mayor claridad posible.
Recordemos que todo proceso en las honras fúnebres está muy relacionado con la existencia de funerarias musulmanas y de cementerios para nuestra comunidad.
Anhelamos y alentamos la creación de estas funerarias y cementerios, cumpliendo al mismo tiempo con los requisitos necesarios. Ambas cosas pueden ser posibles, con una labor de solidaridad intercomunitaria y la planificación de nuestras Entidades Islámicas y colaboración entre ellas, además de la relación con los municipios de cada región.
Esperamos que esto sea de utilidad, y que Allah -Subhanahu ua Ta‘ala- dispense nuestros errores.

viernes, 27 de marzo de 2020

Ritos funerario musulmanes

El rito musulmán funerario
Funerales

Rito musulmán. Otra cultura, otras costumbres funerarias


Rito musulmán. Preceptos

Iniciamos con el rito católico del funeral una serie de artículos sobre los diferentes ritos funerarios según culturas y religiones. Hoy vamos a continuar con un vistazo al rito musulmán. Al igual que el mundo católico el mundo musulmán es muy amplio. Este hecho provoca que haya ciertas peculiaridades según la zona.
El rito musulmán sigue las directrices del Corán y la Sunna. El Corán, para el que no lo sepa, es el libro religioso guía de todo musulmán. Es lo que para los cristianos es la Biblia. La Sunna es la recopilación de las costumbres de Mahoma y los cuatro primeros califas ortodoxos que contempla una seria de preceptos religiosos que se deben seguir.

¿Que es la muerte para un musulmán?

La religión musulmana se encuentra situada en la misma familia que la cristiana y la judía. Para un musulmán esta vida no es más que un paso hacia otra posterior. La muerte es un hecho que debe asumirse como algo natural y que se produce cuando Allah lo decide.
En algún momento el mundo será destruido y Allah resucitará físicamente a los muertos para ser juzgados. Los musulmanes también creen que hay un paraíso y un infierno.
En el paraíso encontrarán palacios, excelentes manjares y vírgenes o huríes. A diferencia de los cristianos el infierno no es un lugar donde se permanece eternamente. Existen una serie de pasos que se pueden seguir para conseguir salir de él.

¿Que es lo primero que se le hace a un musulmán tras su muerte?

Se asume por parte del Islam que en los primeros momentos se produce un shock por el acontecimiento sucedido. Una vez pasados estos minutos de recogimiento que nos permite asumir la muerte comienza el rito.
En primer lugar es preferible en la religión musulmana morir rodeado de los más allegados a ti y no en presencia de extraños. Una vez dicho esto cuando el cuerpo ya no tiene vida uno de los allegados debe pasar la mano de arriba hacia abajo por el rostro para cerrarle los ojos. El cuerpo debe ser cubierto en ese momento por un trozo de tela o alguna ropa.
También es costumbre decir en alto una súplica que más o menos vendría a decir:
A Dios pertenecemos y hacia Él es nuestro regreso.

Rito musulmán. Las deudas del fallecido.

En estos momentos el fallecido está rodeado de las personas más cercanas a él. Es habitual en el Islam que los familiares o amigos se presten dinero entre ellos. Esto es así porque el Corán prohíbe de alguna manera los bancos. Un musulmán que siga sus preceptos religiosos no acudirá a un banco a pedir un préstamo. Acudirá a un familiar para que le preste lo que necesite.
El alma de un creyente permanece en suspenso hasta que todas sus deudas son pagadas
Esto dijo el profeta Mahoma y los musulmanes creen que este es un buen momento para saldar las deudas de los muertos.
Los musulmanes entierran a los muertos lo más rápidamente posible. Así que se procede con celeridad a informar del suceso. Esto se hará por los medios que estén al alcance de la familia del difunto.

El rito musulmán del baño.

Al-Ghusul o ritual del lavado. Esta operación debe hacerse por personas del mismo sexo de la persona que ha fallecido. Cuanto más cercanas sean a él mejor. Todo el procedimiento sigue unas instrucciones estrictas que todo musulmán debe conocer.
El lavado del cuerpo sirve para que los pecados del difunto sean eliminados. De esta manera se reunirá con Allah totalmente puro.
Las partes íntimas del cuerpo estarán cubiertas por un trapo o tela. Aquel o aquella encargado del lavado pronunciará siempre las palabras «en el nombre de Allah»
A las mujeres además del lavado del cuerpo su pelo será trenzado. Se realizarán tres trenzas a la espalda de la difunta.
Existen funerarias en el mundo musulmán. Estas entidades pueden encargarse de todo el proceso tras la muerte de un ser querido. Pero las reglas son sencillas y cualquiera se puede encargar de ello. Solo deben cumplirse tres requisitos:
  1. Ser discreto para no revelar nada de lo que vea del cuerpo del difunto.
  2. Ser del mismo sexo que el difunto.
  3. Conocer los preceptos del Islam que debe seguir.
El lavado debe realizarse un número impar de veces. El último lavado debe realizarse con perfume o almizcle.
Existe una excepción para el lavado. En el caso de los mártires no se producirá el lavado para que conserven su almizcle para el día del juicio final.

El amortajamiento del cadáver.

El proceso de envolver al cadáver para su posterior inhumación se llama Al-Kafan. El cuerpo se envuelve con tres sábanas perfumadas. Estas lienzos se llaman Qamees, Izaar y Lifafah. La primera tiene un agujero para introducir la cabeza del cadáver y le llegará hasta las rodillas. La segunda se dobla primero a la derecha y luego a la izquierda. Finalmente la tercera lo cubre completamente.
Sobre las sábanas se atará el cuerpo con cuatro cuerdas. Una en la cabeza, otra en los pies y dos en el cuerpo. Solo los considerados héroes pueden ser enterrados con la ropa con la que murieron.

El rito musulmán. La oración fúnebre.

Tras el lavado y purificación del cuerpo se lleva a cabo la oración fúnebre. Este rito es muy importante en el rito musulmán funerario. Se realiza fuera de la mezquita en una zona llamada Musallah. Puede realizarse también en el cementerio pero no está muy bien visto.
Los creyentes deben participar en este rito porque Mahoma dijo que les recompensaría. Mahoma también dijo que si un musulmán ha muerto y cuarenta musulmanes rezan por su alma Dios aceptara sus súplicas.
Tras este ritual se pasa a trasladar el cadáver al cementerio.

El entierro en el rito musulmán

El hecho que más difiere entre el rito cristiano y el musulmán es la falta del ataúd. En el rito musulmán el cuerpo es enterrado, bajo tierra a ser posible, solo envuelto en las telas antes mencionadas. En el caso de que el entierro sea en un país extranjero que obligue al uso del ataúd puede hacerse si no hay más remedio.
Existen dos clases de tumbas. Si la tumba tiene forma rectangular se llama Al-lahed. Si por el contrario se realiza en forma de angulo recibe el nombre de  Al-saqq.
Es recomendable que los muertos se entierren en la ciudad donde mueren y no sean trasladados. Cuanto antes el cuerpo este bajo tierra mejor para el día de la resurrección.
El entierro recibe el nombre de Al-dafin y puede realizarse en cualquier momento con algunas excepciones. No se puede enterrar un cuerpo desde el alba hasta que se levanta el sol. Tampoco cuando el sol empieza a palidecer al atardecer hasta que se pone completamente. Tampoco cuando el sol esta situado en su cenit.
El cuerpo debe recostarse sobre el lado derecho mirando hacia La Meca. No suele colocarse sobre la tumba ni lápida ni flores.

El luto en el Islam.

Una de las cosas que establece el rito musulmán es como llorar a los muertos. Al contrario de la costumbre cristiana de llorar a los muertos incluso contratando personas para ello (plañideras) los musulmanes tienden a ser recatados.
Este recato se debe a que Mahoma les dijo que alguien que llora excesivamente o se lamenta en voz alta hace sufrir al fallecido.
El periodo de luto en el que se puede llorar a un muerto es de tres días. Este periodo se llama Iddah y es el que deben seguir familiares y amigos.
Para la esposa del difunto el procedimiento es diferente. El luto se extenderá por un período de cuatro meses y diez días. Esto se considera una extensión del matrimonio con el fallecido. Sirve para comprobar que la esposa no está embarazada. En el caso de que si esté embarazada este período se lleva hasta el parto.

Las condolencias

El período en que se pueden extender el hecho de dar el pésame no tiene limitación temporal en el Islam. Se supone que es una forma de compartir el dolor que ayuda a la familia a superarlo.
Es costumbre acudir con comida para la familia en duelo. También se considera contraproducente el hecho de permanecer en la casa más tiempo del necesario a no ser que la familia lo solicite.

Curiosidades y prohibiciones.

Este procedimiento que hemos explicado debe ser llevado a cabo en cualquier rito musulmán funerario. Sea del lugar o condición social que sea no se puede cambiar ni un ápice.
El Islam prohíbe tajantemente cualquier cremación o embalsamamiento del cuerpo. Como ya hemos dicho antes los musulmanes creen que el cuerpo sera resucitado físicamente y debe permanecer lo más puro posible.


LA LUZ DEL JARDIN DE HANZADA

La luz entra por distintos lugares, entra y resplandece, colmándote de dicha, ternura, alegría, complicidad.

A lo largo del día cambia empieza siendo ténue y cuando ya distingues un hilo negro de una blanco se vuelve rosada. 
A medio día es intensa, firme, y desata las ganas de reírse a carcajadas, de hacer cosquillas, de jugar. 

A media tarde se vuelve dorada como el árbol que me envió ayer Mayte.  es oro como los cuadros de Klimt.


Brilla y su brilla es similar a la luz amorosa del Taj Mahal que te deja sin palabras cuando atraviesas la puerta y ves al fondo tras el contraluz elTaj al final de los estanques, y el amor con que fue diseñado y soñado te abraza desde las plantas de los pies a la coronilla. 


Al atardecer la luz se vuelve más ligera, más transparente, y con el ocaso las luces hacen que los jardines que llevamos en la piel luzcan con mayor intensidad, el aroma de la henna es más profundo y llega  atravesar años, décadas,...  La henna nos recuerda que nosotros somos el jardín, la tierra, el aire, la agua, el fuergo con el que se conforma el universo.




Un espacio que vibra en diferentes frecuencias y en la del sonido podemos escuchar las suras que recita Nana hasta que las cuentas de su rosario sean un hilo, la sura que ayer llegó a los oídos de Hanzada y su madre que recitó desde el corazón mi querido Abdul Rehman al que agradezco ese audio que trata de llevar consuelo a un momento devastador.  Sucran.
Pero también resuenan las gracias de Hanzada a todos y todas los que le dedicáis parte de vuestro tiempo y le enviáis amor en diversas formas. Y resuena el agua, el agua caliente del haman donde las mujeres dedican una vez a la semana una tarde al encuentro con las amigas, espacio de aprendizaje entre las distintas generaciones que se encuentran allí y comparten confidencias, secretos, jabones, perfumes almizclados, bailes, risas.  Y suena el agua marina que se hace ola, mar, océano, agua que se aquieta y en la que nadan los peces de colores del estanque, agua para alimentar al loto que se eleva y se ofrece a la luz de la luna.



- Somos polvo de estrellas, todos somos polvo de estrellas y tú te estás transformando como las mariposas, para volver a ser luz, luz de estrellas. No tengas miedo.- 
- Vale profe. ¿Cuándo me dormí en la operación no vi lo que me dijiste. - Me dijiste la última vez que estuvimos a solas y te dije:
- Sería porque no pensaste al cerrar en los ojos en la caracola, en el mar, en las flores, ¿qué viste?
- Nada.

Hanzada es luz.
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Hoy a las 13:13 me confirma el grito de su madre desde el desgarro más abismal que Hanzada murió.  Su cuerpo yace en el hospital de Oviedo.
 Al menos se ha ido pasando de un sueño a otro, sin dolor, serena, tranquila, calentita, mecida por la sura Yasin. Su alma ya está libre de fronteras, de bombardeos, de sinsentidos, su alma que es  un alma vieja nos deja la lección para que aprendamos en su historia de vida.
Hanzada es Siria, Siria es Hanzada. Hanzada es luz.