miércoles, 5 de febrero de 2014

Amor amor

Los adolescentes dejan de ver el machismo detrás del maltrato

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adolescentes
28/11/2012
El Correo Web
Un estudio revela su dificultad para detectar indicios de violencia por tener los roles interiorizados y por los mitos del amor romántico.

El amor lo resiste todo, quien bien te quiere te hará sufrir o los celos son una prueba de amor son algunos de los mitos en torno al amor romántico que los adolescentes dan por ciertos en un alto porcentaje que supera, según la pregunta, entre el 60% y el 70%.

Los alumnos de Secundaria de entre 14 y 16 años tienen claro que si su pareja les agrede físicamente durante una discusión, les humilla o les intimida o amenaza están sufriendo abusos, pero en cambio no detectan que los celos posesivos, un excesivo control o dominación, el aislamiento de su entorno o el chantaje emocional sean indicios de una situación de violencia de género.

De hecho, solo el 26% de los chicos y un 31,6% de las chicas considera que la causa principal de esta lacra social es el machismo. Por contra, un 38,9% de ellos y un 42% de ellas lo vinculan al consumo de alcohol o drogas o a trastornos mentales del maltratador.

Son solo algunos de los resultados que arroja el primer estudio que analiza la actitud de los adolescentes ante este fenómeno, elaborado a partir de 2.289 entrevistas a alumnos de tercero y cuarto de ESO realizadas a principios de 2011 pero cuyas conclusiones se han presentado este año en el marco del proyecto de coeducación Detecta del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM).

La conclusión es que la interiorización de roles sexistas y de los mitos del amor romántico, muy presentes a esa edad, hace que la percepción del riesgo de sufrir violencia de género sea muy baja en esta población.

Casi siete de cada diez chicas y ocho de cada diez chicos se consideran totalmente a salvo de sufrir violencia de género en una relación futura y más del 70% cree que los casos de maltrato no suelen aparecer desde el principio en un noviazgo. Incluso llama la atención que más de la mitad de los encuestados considere verdadera la siguiente afirmación: Si la mujer no aguantara realmente la situación de maltrato, se iría de casa". A través de preguntas sobre si consideran que determinadas actitudes en la pareja suponen una situación de abuso o coacción, el estudio concluye que más del 56% de la población adolescente no reconoce los indicios que hay tras una situación de malos tratos.

En ello influye que a esa edad la concepción del amor está muy condicionada por mitos románticos y los adolescentes dan por buenas afirmaciones como que "quien bien te quiere te hará sufrir" (el 68,2% de los chicos y el 74,8% de las chicas así lo cree), el amor lo perdona todo (68,5% de chicos y 81,7% de chicas a favor) o "si tu pareja tiende a mostrar celos injustificados, es normal, los celos son una prueba de amor" (más aceptado por los chicos, 61,2%, que por las chicas, 41,7%).

Por contra, son mayoría los adolescentes que renunciarían a la persona amada antes que dejar de ser ellos mismos (52% de chicos y 70,8% de chicas) frente a los que cambiarían para conseguir al amado (48% de chicos y 29,2% de chicas), solo un 13% sería capaz de "todo por amor" y apenas un 8,5% de chicos y un 3,8% de chicas cambiaría su forma de vestir o estilo de vida por amor.

El estudio también demuestra que ciertos roles sexistas están interiorizados en esta  población: un 60% está de acuerdo con que en la pareja lo normal es que el hombre proteja a la mujer, un 20% cree que las mujeres son más débiles que los hombres y un 30% que la fragilidad femenina tiene un encanto especial para ellos, más del 45% asume que "nadie como las mujeres sabe criar a sus hijos" y un 24% de los chicos opina que los hombres están más capacitados que las mujeres para lo público, frente a un 9% de las chicas que comparte esa opinión.

La Junta alerta del aumento de casos de violencia a edad más temprana. Crecen las denuncias en la franja de 25 a 34 años y un 1,6% son de menores, para las que ha creado un servicio especializado. Una de las dos mujeres asesinadas este año en Sevilla tenía 26 años y su agresor 20.

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