LA SERPIENTE BLANCA (Leyenda de
China)
Había una vez una serpiente blanca que
vivía en las montañas. La serpiente viajó hasta el Lago Oeste, en
Hangzhou. El lago era tan bonito que decidió quedarse a vivir
allí. Paro se transformó en mujer. Y se llamó Bai Suzhen.
Un día un muchacho llamado Xu Xian la
vio mirando el lago y se enamoró de ella. Se casaron y fundaron una
farmacia. Ayudaban a todo el mundo incluso a los más pobres que no tenían
dinero.
Un monje llegó a Hangzhou y se dio
cuenta de que Bai Suzhen no era una mujer, sino una serpiente y habló con ella.
- Tú no eres una mujer, y no puedes
vivir con un hombre. Tienes que volver con las serpientes.
- Yo amo a mi esposo y no voy a dejarlo.
EL me ama y somos felices.
- No puede ser, no puedes darle hijos.
Tienes que irte con los tuyos.
- No me iré.
El monje se fue a hablar con Xu Xian.
- Ni hao, tengo que hablar contigo. Esto
es un asunto importante. Tú mujer no es humana, es una serpiente.
- No puedo creerte. No es verdad.
- Si no me crees dale este vino y verás
cómo se transforma en serpiente.
Xu Xian volvió a su casa. Y le dijo a su mujer:
- Mi amor, toma un poco de este vino que
me han traído de muy lejos. Bebe
- Gracias esposo.
Bebió y se transformó en serpiente. Xu Xian al verla
se asustó tanto que se murió. Bai Suzhen al ver a su marido muerto se fue a las
montañas a ver a las hadas. Allí le dieron la medicina que haría resucitar a su
esposo. Bai Suzhen consiguió volver a Hangzhou y darle la medicina a su esposo.
Volvió a la vida y nunca más se separaron. Vivieron felices en la farmacia y
tuvieron hijos que siguieron trabajando en la farmacia manteniendo la tradición
familiar de ser bondadosos y generosos farmacéuticos.
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