Goytisolo se queda en Marruecos
El escritor español Juan Goytisolo falleció la madrugada del domingo en su casa de Marrakech, donde vivía desde hace tres décadas. Y en un cementerio de Marruecos será enterrado
Su amor por el país magrebí le llevó en los años 90 a promover, junto a varios intelectuales marroquíes, un movimiento que condujo a la presentación de la solicitud de la plaza Jamaâ el Fna de Marrakech como patrimonio oral e inmaterial de la humanidad por la UNESCO. El 18 de mayo de 2001, consiguió la distinción.
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"Padre intelectual"
El excorresponsal de 'El País' en Marruecos y escritor Javier Valenzuela mantenía una gran amistad con el fallecido, al que visitaba en Marrakech siempre que viajaba a Tánger para escribir sus dos novelas policiacas. Goytisolo se lo pedía ya que no se encontraba bien de salud en los últimos años, y prefería recibirlo en la ciudad ocre. "Juan era lo más parecido a un padre intelectual que haya tenido", lamenta el periodista desde Madrid en un día que considera "muy triste".Hasta Alcalá de Henares escoltó a Goytisolo en 2015 para recoger el galardón nacional más distinguido en el ámbito de la literatura, el Premio Cervantes. También recibió los premios Octavio Paz en 2002 y Juan Rulfo de Literatura Latinoamericana y el Caribe en 2004.
Precisamente con motivo de su nominación al Cervantes, Valenzuela le entrevistó para la revista 'Mercurio' acompañado del fotógrafo Ricardo Martín, y entre las confesiones no publicables, Goytisolo le soltó: "Nunca me he acostado con católicos. Las mujeres con las que me acosté eran judías; los hombres, musulmanes". Hoy el periodista ya puede desvelar este secreto en las redes sociales porque le rogó que "solo lo difundiera después de su muerte".
Conocedor y defensor de Marruecos
En los últimos años ya no concedía entrevistas porque oía mal y no se sentía cómodo delante de las cámaras, contaba Yolanda Soler, la directora del Instituto Cervantes de Marrakech durante unas jornadas en Rabat. Normalmente, ella le llevaba la agenda y le hacía de enlace con los medios de comunicación. "El Instituto era su segunda casa", explicó a Cadena SER Javier Galván, coordinador de los Institutos Cervantes de Marruecos, al enterarse del fallecimiento del escritor.Goytisolo era un gran conocedor y defensor de Marruecos y su cultura, pero también era un enamorado de Argelia. "Se le iluminaba la cara cuando hablaba del país", recuerda Galván. Su primer encuentro con el escritor fue en el Café de France en Marrakech en 2014, "estaba bastante apagado" y aún así fue una persona "afable, cercana y cariñosa".
La Biblioteca del Instituto Cervantes de esta ciudad, la más internacional de Marruecos y donde vivieron otros muchos escritores españoles, lleva su nombre. Allí era frecuente verle impartiendo charlas, y además hacía aportaciones con donativos de libros.
Entre el público que acudía para escucharlo no solo había intelectuales y gente de la cultura, se acercaban muchos marroquíes porque habían leído un artículo suyo o porque habían oído hablar de él. De hecho, su libro 'Fronteras de Cristal', que presentó en ese centro, está traducido al árabe. Recoge una selección de sus artículos sobre la guerra de Irak, el conflicto palestino-israelí y la inmigración.
En pleno ramadán marroquí Goytisolo deja de ser el escritor vivo más importante de comienzos del siglo XXI, pero continuará siendo el narrador más importante de las generaciones de medio siglo, y el tiempo seguirá colocando su obra en la historia literaria de los grandes autores.
donde reposan los restos del novelista francés Jean Genet, también homosexual y amante de Marruecos, que residió en el Tánger Internacional, y a quien Goytisolo admiraba.
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