Varias lenguas regionales de Pakistán están en vía de extinción
Pakistán es uno de los pocos países en donde se habla más de 70 idiomas oficiales, incluidos algunos en peligro de extinción.
Niño paquistaní en el Día de
Solidaridad con Cachemira en Islamabad, Pakistán. (Muhammed Semih Uğurlu
- Agencia Anadolu).
Hogar de más de
200 millones de personas, Pakistán es reconocido por muchas cosas: es el
sexto país más poblado del mundo, es una nación líder en cricket y
también es la cuna de muchas civilizaciones históricas.
Pero
también es conocido por ser uno de los pocos países en donde se habla
más de 70 idiomas oficiales, incluyendo algunos en peligro de extinción.
Por
ejemplo, en la pintoresca región de Gilgit-Baltistán, al norte del
país, que limita con China y Afganistán, se hablan 30 idiomas con raíces
indo-arias, indo-iraníes y chino-tibetanas.
De
acuerdo con el doctor Tafseer Ahmed, profesor del Centro de Informática
del Lenguaje de la Universidad Mohammad Ali Jinnah en Karachi, de los
75 lenguajes en total que se hablan en Pakistán, 65 son regionales,
mientras que siete lenguajes, incluyendo el urdu (idioma nacional) y el
inglés son usados como lenguajes oficiales en cuatro provincias, además
de las regiones de Azad Kashmir, y Gilgit-Baltistán.
“Pakistán
en uno de esos países selectos que poseen una increíble diversidad
lingüística. Pero lo alarmante es que varios idiomas están en peligro de
extinción o ya están muertos”, le dijo el doctor Ahmed a la Agencia
Anadolu.
El profesor de lingüística
relató que dos idiomas antiguos, uno perteneciente a la ciudad
Mohenjo-Daro (Montículo de la muerte) de 5.000 años de antigüedad y el
otro, el Domaaki, que se solía hablar en Gilgit Baltistán, son
considerados como muertos o extintos según los expertos.
Además
de esto, hay al menos ocho lenguajes, (Badeshi, Torwali, Dameli,
Gawar-Bati, Ushojo, Yidgha, Khowar y Ormuri) que en conjunto son
hablados por menos de 100.000 personas en Gilgit Baltistán y en algunas
partes de las provincias de Khyber y Pakhtunkhawa.
Unos 17 idiomas, incluyendo el Shina y el Balti, son considerados como idiomas en desarrollo.
El doctor Rauf Parekh, un experto en Lingüística de Karachi compartió puntos de vista similares a los de Ahmed.
“No
solo las lenguas declaradas en peligro de extinción están luchando por
su supervivencia, sino que muchos otros idiomas que todavía no están en
esa categoría pueden enfrentar el mismo destino en los próximos años si
no se toman medidas inmediatas”, aseveró Parekh en declaraciones a la
Agencia Anadolu.
Por ejemplo, Parekh se
refirió al Dameli, un idioma indo-ario, hablado por unas 5.000 personas
en partes de la aldea turística Chital, en donde se habla un total de
12 idiomas.
De igual forma, otros
idiomas como el Gawar Bati y el Ushojo, ambos idiomas indo-arios, son
hablados por menos de 15.000 personas en algunas partes de Chitral y la
provincia de Kunnar.
Los idiomas Shina y
Blati podrían encontrarse en la lista de lenguajes en peligro de
extinción ya que la cantidad de hablantes de estos idiomas se están
alejando de este ante la falta de documentación y otros registros.
El último esfuerzo por recuperar este tipo de idiomas se dio hace una década, cuando se publicó el diccionario Torwali-Urdy.
“Este
tipo de medidas mantendrá vivos los idiomas en peligro, al menos en los
libros. De lo contrario, serán eliminados como cientos de otros idiomas
en todo el mundo en los próximos años”, advirtió el doctor.
Globalización
Algunos lingüistas sostienen que la globalización es una gran amenaza para los idiomas pequeños y sus culturas.
“La
globalización está devorando los idiomas pequeños”, advirtió Parekh,
agregando que “las generaciones jóvenes se inclinan hacia los lenguajes
dominantes para acceder a educación y a empleos (…). En las ciudades,
más y más jóvenes están aprendiendo inglés, mientras que, en las
regiones más remotas, prefieren los idiomas regionales dominantes como
el Pashtu o el Balochi”.
En línea con
los planteamientos de Parekh, Ahmed argumenta que “la supervivencia de
los idiomas pequeños tiene una relación directa con la economía. Cuando
un joven que habla Torwali o Badeshi, tiene que dominar también el
inglés o el urdu o, al menos, un idioma regional dominante para la
educación y el trabajo, por lo tanto, su atención hacia la lengua
materna se reducirá automáticamente”.
La migración, señaló Ahmed, también ha sido otro factor, el cual ha reducido las oportunidades a los idiomas pequeños.
“Millones
han migrado de regiones remotas del norte, nororiente y suroccidente
hacia grandes ciudades como Karachi, Lahore e Islamabad, donde el medio
predilecto de conversación es el urdu, el inglés, el sindhi o el
punjabi. Los hijos que nacen y crecen en estas ciudades, en última
instancia, se quedan sin conocimiento de su lengua materna”.
Políticas lingüistas
El
lenguaje juega un papel fundamental en las políticas del país, no solo
para asegurar los votos, sino, sobre todo, para compartir sus recursos,
según sugiere Parekh. “Si no es lo más dominante, diría que por lo menos
el lenguaje tiene un papel muy importante en el juego de la política en
Pakistán”.
“Además de unos pocos
partidos políticos y religiosos a nivel nacional, la mayoría de los
partidos políticos están realmente orientados a la política
lingüística”, observó el doctor, haciendo referencia incluso a los
principales movimientos políticos como la oficialista Liga Musulmana de
Pakistán (grupo Nawaz), liderada por el punjabi Nawaz Sharif, que tiene
un respaldo fuerte en Punjab, la provincia más grande y poblada del
país, y que habla Hindko en partes del noroccidente de las provincias de
Khyber y Pakhtunkhawa.
El principal
partido opositor de izquierda, el Partido del Pueblo de Pakistán (PPP),
encabezado por un líder sindhi, el ex presidente Asif Zardari, podría
llegar a formar un gobierno únicamente en la provincia sureña de Sindh.
De manera similar, los mohajirs (migrantes) de habla pashtún, baloch y
urdu obtienen votos solo de sus áreas dominadas en Balochistán y
Karachi, capital comercial del país.
“La
parte irónica de la historia es que cada comunidad aumenta sus cifras
para obtener una gran parte de los recursos nacionales, incluyendo los
empleos. Es por eso que es muy difícil saber el número exacto de sus
miembros”, indicó Parekh.
De acuerdo
con cifras oficiales, el Punjabi es el lenguaje más hablado de Pakistán
con un 45%, seguido del Pashtu con un 15% y el Sinhi que se lleva un
14%. Otros idiomas hablados por grandes masas serían el Balochi, Hindko,
Brahui and Kashmiri.
Sin embargo, los
doctores Parekh y Ahmed no están de acuerdo con las cifras sobre el
Siraiki, hablado en las cuatro provincias, como el segundo idioma más
hablado seguido del Punjabi.
*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.
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