Nos deja en las Aulas de Inmersión Lingüística nuestra compañera Lydia que estaba en el Aula de Avilés, en Primaria.
Extrañaré su buen hacer y su cálida sonrisa, sus consejos y el apoyo como compañera que siempre me brindó. Pierdo una compañera, pero en este trabajo encontré a una persona entrañable, que forma parte ya de una red de afectos que nos sostiene y alimenta a toda la humanidad.
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