Las voces de los refugiados que siguen atrapados en los centros de detención de Grecia
Al hilo de la visita del papa Francisco al centro de Moria, Médicos
Sin Fronteras ha recogido testimonios de refugiados detenidos tras el
acuerdo entre la Unión Europea y Turquía
Con la llegada del papa Francisco a la isla de Lesbos
donde visita el centro de detención de Moria, la ONG Médicos Sin
Fronteras ha recogido una serie de testimonios de refugiados recluidos
en los centros de detención creados en las islas griegas tras el acuerdo entre UE - Turquía que entró en vigor el pasado 20 de marzo.
Las declaraciones de los refugiados han sido obtenidas desde el otro
lado de la valla coronada por concertinas y alambre de espino del centro
de detención de Samos.
Estos testimonios reflejan
algunas de las consecuencias de este acuerdo firmado para detener la
llegada de refugiados que huyen de la guerra y la violencia en busca de
protección en la UE. Los personas encerradas en los centros de detención
denuncian las deplorables e inhumanas condiciones de las instalaciones y
la falta de información. Muchas de ellas transmiten un estado de ánimo
que va desde el enfado a la indignación.
Desde la entrada en vigor del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, el pasado 20 de marzo, los llamados hotspots
o centros de acogida y de registro instalados en las principales islas
griegas se han transformado en centros de detención gestionados por las
autoridades griegas (policía y ejército) donde refugiados y migrantes
quedan atrapados. Desde su entrada en vigor, todos los refugiados,
solicitantes de asilo y migrantes que llegan a las islas son llevados a
uno de estos centros cerrados.
En la actualidad hay cinco centros de detención, indica MSF, uno en cada una de las islas griegas de Lesbos, Samos, Chios, Leros y Kos.
En la actualidad hay cinco centros de detención, indica MSF, uno en cada una de las islas griegas de Lesbos, Samos, Chios, Leros y Kos.
Hala, adolescente siria detenida en Samos
"Mi familia está en Alemania. Tenemos que salir de aquí. Nos dijeron
que tuviéramos paciencia durante un par de días. ¿Paciencia? ¡Llevamos
14 días aquí! Ya no aguantamos más. Queríamos llegar a Grecia y luego ir
a Alemania para reunirnos con nuestros padres. En lugar de eso, estamos
encarcelados detrás de esta verja, como animales. Hemos sufrido
muchísimo en Siria con la guerra y los bombardeos. Trabajamos día y
noche para poder pagar el viaje hasta aquí. Ahorramos todo lo que
ganamos. Pero todo ha sido en vano"
Walid, iraquí detenido junto a sus hijos y su mujer embarazada
"Necesitamos libertad y derechos humanos. ¿Dónde está esa supuesta
libertad? ¿Es esto justo? ¿Qué mal hemos hecho para que nos traten así?
Huimos de nuestra ciudad con nuestros hijos para escapar del Estado
Islámico. Vinimos aquí para vivir en libertad. Y mi mujer va a dar a luz
en dos meses. No puedo creer que vaya a dar a luz en este campo
asqueroso. ¿Es esto democracia y libertad?".
Angelique Karsas, logista de MSF
"Es completamente inhumano. No se puede hacer esto. Son seres humanos. Y
no son personas que hayan cometido delitos. Buscan un futuro mejor y
estar a salvo, porque en su mayoría vienen, y me refiero a los sirios,
de un país donde hay bombardeos todos los días. Quieren salvar a sus
hijos, quieren un futuro mejor. En mi opinión, encerrarlos así en un
campo, enviarlos de vuelta a Turquía de cualquier manera, es inhumano".
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