Mi
casa fue bombardeada. Mis amigos no sé dónde están. Mi padre se quedó muerto en
Damasco. No tengo ropa de invierno. Hay dos grados bajo cero. Mi país, Siria
está destruido. No recuerdo el sabor del kibbe,
ni de las berenjenas. Nos fuimos corriendo hacia Turquía. De allí a Grecia en
una lancha de goma de la que cayó un bebé al agua y mi hermano rescató. Tuve
mucho miedo En Grecia nos metieron en una tienda de plástico, hacía frío.
Nunca
fui al colegio porque podían matarme de un disparo, pero mi abuela y mi madre
me enseñaron a cantar, a hablar, a leer y bailar. Me dieron mucho amor y
gracias a ese amor puedo mirar al cielo con esperanza y pintar con mi globo
rojo el hilo de la vida entre las nubes.
Abdullah
1ºESO
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