Sígueme, una historia de amor que no tiene nada de raro
Ya sé que una comecuentos no debería tener un álbum ilustrado favorito, pero en mi caso lo es por muchos motivos. Para empezar me lo recomendó una amiga muy cuentista que sabe mucho de esto, la María de Con cuentos a María, que siempre, siempre acierta, porque tiene un estilo en esto de los cuentos que da gusto. Pero yo no lo encontraba por ningún sitio; fue como hace dos años, no lo tenían en las librerías, me decían que estaba agotado, descatalogado... y yo necesitaba tener este cuento.
Así que me puse en contacto con el ilustrador, Roger Olmos, le lloré un poquito y me regaló un ejemplar (¡firmado!), pero solo le quedaban en francés... pues si hay que aprender francés, se aprende.
Di tanto la tabarra con el cuento, que a otra compañera del trabajo, editora también, le empezó a picar el gusanillo de tenerlo, y se puso manos a la obra y a buscarlo por Madrid. Lo consiguió y me consiguió a mí un ejemplar en castellano.
¿Y por qué me gusta a mí tanto el cuento?
Las ilustraciones de Roger Olmos son sencillamente geniales: ese elefante desaliñado de lunares morados vestido con un traje a cuadros con chaqueta de botones, esa hormiga de rostro circunspecto que se zambulle en el costurero, que es un mundo idílico de hilos, alfileres y botones... los lugares que crea Olmos son originales, coloridos, luminosos, y nos trasladan a un mundo mágico donde todo es posible. ¿Un elefante dentro de un hormiguero?
¿Una hormiga que hipnotiza a nuestro elefante con un sencillo "sígueme"?
La historia que nos cuenta José Campanari es fabulosa: nuestro elefante de lunares morados está locamente enamorado de una hormiga con cintura de avispa, y la perseguirá hasta un lugar muy, muy remoto. Todo ese trayecto por un mundo de dimensiones y recovecos de fantasía es esta historia.
Me gusta mucho leerle a las comecuentos este álbum ilustrado porque además de eliminar cualquier prejuicio que pueda existir, nos abre las puertas a otro mundo donde todo es posible. ¿Que dices que es raro que una hormiga y un elefante se quieran? Pues ya verás como es muy normal. ¿Que no cabe en un hormiguero? Si uno se propone algo, cabe en un hormiguero y hasta en una caracola si hace falta. Además, si uno es un gordo elefante al que le salta el botón de la chaqueta y no tiene el aspecto ideal, también tiene derecho a amar y ser amado. Porque lo importante está detrás de esos mini ojos bonachones.
El amor es así, y se pueden amar elefantes y hormigas, no tiene nada de raro, y debemos normalizar cualquier situación que pueda resultar extraña. ¿Elefantes y hormigas viviendo "en una caracola que está en el fondo de una botella, al borde de un camino, que está en el fondo de un costurero, que está en la habitación de una hormiga, que está dentro de un hormiguero en medio de la selva"? Cosas más raras se han visto.
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